El resultado poco importó al final del partido, pero los Clippers vencieron 113-102 a los Houston Rockets en la vuelta de Cris Paul al Staples Center, donde su exequipo hace de local. El duelo estuvo marcado por dos acciones en el último cuarto donde los jugadores casi comienzan una pelea, luego de la bocina final, la visita intentó entrar al camarín del equipo de California.

Una de las jugadas polémicas dentro del partido fue protagonizada por Cris Paul y Blake Griffin, cuando el primer defendía un ataque al aro del segundo, a poco más de tres minutos del final. Los árbitros cobraron una falta al base de los Rockets lo que significó que los jugadores visitantes protestaran, luego de eso, Mike D’Antoni, técnico de Houston, discutía en duros términos con Griffin.

La otra jugada de la discordia fue protagonizada por Griffin y Eric Gordon. El ala-pivot de Los Ángeles tenía el balón y para obtener un saque lateral a su favor lanzó con fuerza el balón a la espalda del jugador de los Rockets.

Luego y cuando el partido ya finalizaba, Austin Rivers, jugador de los Clippers que se encuentra lesionado e hijo del entrenador, Doc Rivers, discutía con Trevor Ariza. En ese momento también entró Griffin lo que significó la expulsión de los dos jugadores.

Después del partido ocurrió un hecho de película. Según ESPN, los jugadores de los Rockets, liderados por Chris Paul (que conocía las instalaciones), llegaron a la puerta de los vestidores, los Clippers reaccionaron, pero la seguridad de evitó un problema mayor. ¿Quiénes otros jugadores acompañaron al base? Trevor Ariza, Gerald Green y James Harden.

“Nosotros estuvimos donde debíamos: sentados en nuestros lugares. Claro, no podemos controlar al otro equipo”, declaró Blake Griffin ante los medios.

Ahora la NBA se encuentra investigando estos sucesos que podrían significar duras sanciones en contra de todos los involucrados.

Harry How | Agence France Presse
Harry How | Agence France Presse