La justicia estadounidense arrestó y acusó a 10 personas, incluidos entrenadores de básquetbol universitario como la exestrella de la NBA, Chuck Person, y un alto dirigente de Adidas de recibir o pagar sobornos para encaminar a jugadores escolares a determinadas universidades.

Los detenidos están acusados de los delitos de fraude y corrupción tras una investigación de dos años que contó con agentes encubiertos y cientos de grabaciones secretas, informó el departamento de Justicia.

“La imagen del básquetbol universitario que pintan los cargos no es bonita: entrenadores en algunos de los mejores programas del país aceptando sobornos en efectivo, agentes y asesores rodeando futuras promesas como coyotes, y empleados de una gran compañía deportiva transfiriendo efectivo a familias de reclutas de las secundarias”, dijo el fiscal de Manhattan, Joon Kim, en un comunicado.

El pecado de Adidas

Según una de las tres actas de acusación difundida por la fiscalía federal de Manhattan, el director de marketing deportivo de básquetbol en Adidas, Jim Gatto, se puso de acuerdo con entrenadores para pagar a atletas liceales a fin de que jugaran en universidades auspiciadas por esa marca de indumentaria deportiva.

En uno de los casos, Gatto y otros acusados son sospechosos de haber pagado 100.000 dólares a la familia de un basquetbolista en edad liceal, no identificado, para convencerlo de anotarse en una universidad de Kentucky.

La acusación no identifica a la universidad. La prensa estadounidense cree que puede ser la Universidad de Louisville, que firmó un contrato de auspicio de 160 millones de dólares con Adidas en agosto.

Si se confirma, sería un nuevo golpe duro para esta universidad, ya sacudida por un escándalo sobre sus métodos de reclutamiento de basquetbolistas, que incluía entre otros el servicio de prostitutas para hacer la diferencia.

Explotando sueños

La teleserie sigue y continúa empeorando. Los acusados “explotaron los sueños de estudiantes atletas” para “enriquecerse a través de sobornos y fraude” en un ataque al espíritu del deporte amateur, añadió el fiscal.

Aprovechándose de la confianza que tenían en ellos los jugadores, los entrenadores hacían que contrataran a un asesor o un agente a cambio de sobornos de 13.000 a casi 100.000 dólares cada uno. También a veces a cambio de pagos a las familias, dijo Joon Kim en una conferencia de prensa.

Kevin Hagen/Agence France Presse
Kevin Hagen/Agence France Presse

Uno de los cuatro técnicos acusados es Chuck Person, entrenador adjunto del equipo de básquetbol de la universidad de Auburn. Durante los años 80 y 90, este jugador participó en más de 900 partidos en la NBA.

Otro entrenador acusado, Anthony Bland, decía a asesores y agentes: “Puedo definitivamente moldear a los jugadores y ponerlos en vuestra falda”, contó el fiscal.

Ahora habrá que esperar para ver como procede la justicia estadounidense con los 10 acusados por estos casos de corrupción y sobornos.