En Tenerife, España, ocurrió un lamentable hecho mientras se desarrollaba un partido de fútbol de divisiones inferiores, y que tiene como protagonista a un padre y a su pequeño hijo.

Resulta que se enfrentaban en un encuentro de ‘prebenjamines’ (niños de 6-7 años) los equipos de Juventud Laguna y el San Andrés.

Hasta ahí todo bien. Sin embargo, en medio del cotejo, un padre de un jugador del Juventud agredió al entrenador de su hijo, por sacarlo 10 minutos antes de terminar el partido.

Según ABC, al notar la escena, los pequeños comenzaron a gritar asustados y se fueron llorando a los vestuarios.

Por otro lado el árbitro, al ver tal agresión, decidió suspende el encuentro. La policía tuvo que aparecer para poner calma en el lugar.