Barcelona sumó un nuevo trofeo a sus vitrinas. Si bien no fue un campeonato de gran envergadura, los blaugranas se quedaron con la Supercopa de Catalunya tras derrotar en penales por 4-2 al Espanyol.

La rivalidad que existe entre ambos equipos es de las más grandes que existen en Cataluña. Espanyol vive a la sombra de los grandes éxitos deportivos del Barcelona, pero eso no es impedimento para que cada partido que disputen entre ambos sea una batalla.

Esta final no fue la excepción y pese a que ambos equipos guardaron a sus grandes figuras, el partido se vivió intensamente. Prueba de esto fue el momento que protagonizó el arquero Jasper Cillessen.

Se disputaba la tanda de penales y llegaba el turno del jugador del Espanyol, Mario Hermoso. Tomó una larga carrera y ejecutó un preciso tiro ‘a lo panenka’. El portero del Barcelona quedó desparramado y cuando tuvo enfrente al jugador no dudó en meterle el pie, visiblemente ofuscado, cuando para otros se trató simplemente de un choque casual.

Ambos jugadores se levantaron y terminaron ‘pecheándose’ aunque el altercado no pasó a mayores.

Finalmente el guardameta holandés se irguió como la gran figura luego de tapar el último penal de la serie y darle una nueva alegría al Barcelona. Quizás no sea la Champions League, pero festejar frente a un clásico rival siempre tiene un sabor especial.