Claudio Bravo es considerado como uno de los mejores porteros del mundo en la actualidad. Pese a su momento en el Manchester City, el nacional cuenta con una destacada trayectoria y una experiencia que pocos metas poseen.

Es tal su bagaje que el capitán de La Roja posee un pasado goleador, no al nivel del mítico René Higuita o la leyenda viviente Rogério Ceni, pero al igual que ellos registra uno que otro golcito.

Todos sabemos que Bravo debió batallar por años en España para hacerse un nombre, y la Real Sociedad fue el club que lo acogió en aquella aventura.

Jugó en primera división y debió continuar con la lucha tras el descenso de su equipo, en la segunda profesional. Allí Bravo forjó su carrera y recibió los elogios de toda la fanaticada.

De hecho, fue en esa categoría donde el nacional vivió uno de los momentos más importantes y singulares de su carrera: marcar un golazo de tiro libre.

14 de febrero de 2010. La Real Sociedad recibía al Gimnástic de Tarragona en el Estadio Anoeta ante 15 mil personas.

Cuando la primera mitad se acababa, el capitán de La Roja pidió el balón y se paró frente a la barrera para ejecutar un tiro libre. Los relatores no podían creer lo que sucedía y se burlaron del portero. “Yo no sé si la meterá, pero no soy partidario de estas cosas”, dijo uno de ellos. Sin embargo, se equivocó.

Claudio Bravo se paró soberbio y ejecutó. A cobrar. Los espectadores no podían creer lo que sucedía y sus compañeros corrieron a abrazarlo. Lo más loco de todo, la Real ganó 1-0 al Gimnástic, con el gol del nacional.

Tras el partido, el portero confesó que no fue su idea ir a patear el tiro libre, ya que un compañero suyo y el gran Martín Lasarte (dirigía a la Real en ese entonces) le instaron a ir a ejecutar la falta.

“No tenía pensado ir cuando vi la falta, pero Diego Rivas me dijo primero que lo hiciera. Miré a mi entrenador y me animó para que fuera adelante, así que lo hice y pensé en golpearle fuerte para que no rozara a la barrera”, lanzó.

El propio Lasarte relató la historia de como se gestó esta loca idea, agregando que todo nació de una broma.

“Él lo comentó en tono de broma en una rueda de prensa, cogimos el guante y una semana en la que Claudio estaba con confianza, al haber recibido visitas de su país, decidimos jugárnosla y salió bien”, añadió.

Por otro lado el DT rival, Cesar Ferrando, minimizó el golazo del capitán de La Roja señalando que todo se trató de un “error” de la barrea y no de un mérito personal del nacional.

El 2010, Claudio Bravo volvería a recordar aquel golazo, al declarar que le hubiese gustado festejar de otra manera.

“La verdad es que quise hacer mil cosas en la celebración y no hice ninguna. Me acuerdo de que vinieron todos los compañeros a festejarlo encima mío y que quería que no me llegase el balón, para poder disfrutar al máximo de haber metido un gol”, dijo.