El extrovertido y poco amigable entrenador del Manchester United, José Mourinho, se llevó todas las miradas luego de que se pusiera los guantes y oficiara de arquero durante los últimos minutos del partido a beneficio por los afectados que dejó el incendio en la Torre Grenfell de Londres.

Si bien su desempeño en el “Game 4 Grenfell” no fue el de los mejores, puesto que recibió un gol y en la definición a penales no pudo atajar ninguno, este fue uno de los más ovacionados por el público asistente.

Según se pudo constatar, el portugués entró al campo de juego para reemplazar a David James cuando el reloj marcaba 62 minutos de juego. Tras esto y a pocos minutos de ingresado, el luso sorprendió a los espectadores por sus excelentes movimiento en el pórtico, así como por una buena salida en un tiro de esquina, la que por cierto le valió la ovación.

Hasta aquí todo parecía que marchaba perfecto. No obstante, a poco del final y tras un mal cierre, el conjunto rival logró marcar el tanto de la paridad y enviar el cotejo hasta la definición a penales. Eso sí, antes de esto “Mou” desató la risa entre los asistentes, ya que fiel a su estilo comenzó a pedir la anulación del tanto puesto que según él, el jugador estaba fuera de juego.

Ya en los penales el portugués no dio “ni para atrás, ni para delante”, dado que no consiguió esquivar ninguna de las conquistas. Sin embargo frente al balón la cosa cambió, puesto que sin dudarlo, le pegó a la esférica lo más fuerte posible y la envió hasta el fondo de la red.