Segundos de máxima tensión se vivieron al interior del gimnasio Hernández Girón de México, luego de que los espectadores que se encontraban en el recinto para ver encuentro de básquetbol entre la Baja California y Oxaca por el Campeonato Nacional Sub-15, fueran víctimas de una balacera que dejó un saldo de dos heridos.

Según es posible constatar en el registro audiovisual que captó este momento, en el centro del reducto se encontraban solo los árbitros, mientras que los dos elencos se aprontaban a pisar el campo de juego.

No obstante, todo se vio interrumpido por seis disparos, los que si bien en una primera instancia fueron confundidos con fuegos de artificios, segundos más tarde fueron confirmados como detonaciones de un arma de fuego por el relato del cotejo.

Producto de esto y del pánico colectivo, los niños, padres, hinchas, asistentes y todo aquel que se encontrara al interior del gimnasio optó por correr o tirarse al piso para evitar un mal mayor, mientras que los gritos de desconcierto e incertidumbre se hacían cada vez más fuerte.

“Fueron disparos los que enviaron adentro de este auditorio. Es una agresión cobarde, censurable”, informaba el comentarista en su relato.

Pero, ¿a qué se debió esta lamentable situación?

Según la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, este hecho ocurrió luego de que el padre de uno de los deportistas recibiera una llamada telefónica, la cual decidió salir a contestar afuera del recinto. Tras esto, “un par de sujetos que estaban afuera al verlo comenzaron a dispararle y el agredido regresó al gimnasio, donde uno de los pistoleros disparó dos veces más”.

El tiroteo dejó dos personas heridas. Uno recibió un disparo en la espalda debiendo ser atendido por el personal médico de la Cruz Roja Mexicana, mientras que el otro solo fue rozado por una bala en su hombro, lo cual no precisó atención médica.