Nile Ranger tenía pasta de crack. Este delantero inglés, con porte y potencia, prometía golear por años en la Premier League. Talento no le faltaba, pero sus demonios no lo han abandonado. Hoy, con 25 años y mucha vida, la promesa se ha convertido en un tipo con más figuración en tribunales que un campo de juego.

Las tropelías del ‘Power Ranger’ comenzaron cuando era un adolescente, lleno de fútbol y agresividad. A sus 15 años, estando en las juveniles del Southampton, fue sorprendido cometiendo un asalto a mano armada, por lo que fue enviado a un centro de detención para delincuentes juveniles. Allí estuvo encerrado por dos meses. A su regreso, el club lo desechó por el incidente.

No abandonó la pelota. Sus condiciones le abrieron puertas. Se fue al Newcastle en 2008 y con la camiseta blanquinegra de las ‘Urracas’ debutó en el profesionalismo. No tuvo que pasar mucho tiempo para que el mozalbete se empezara a destacar. Aguantaba bien la pelota y buscaba la portería sin complejos. Sus buenas actuaciones ante el Arsenal y un gol ante el Chelsea lo pusieron en el mapa y le valieron un llamado de la selección inglesa sub-19.

Tuvo un par de años aparentemente tranquilos. Parecía que el talentoso descarriado por fin encontraba el camino. Pero el ariete, que gusta de tatuajes extravagantes y de presumir autos de lujo, no había abandonado las andadas, solo las había mantenido ocultas. En 2011, el Newcastle le abrió un expediente por posar desafiante para una fotografía con una pistola en su mano. La imagen causó escozor, aunque más adelante se sabría que la supuesta arma era un juguete.

Fue el primero de una retahíla de escándalos en poco tiempo. Apenas unos meses después golpeó a un hombre hasta dejarlo inconsciente. También se le denunció por desorden en la vía pública y por estar borracho. En 2012 la Federación Inglesa le impuso una multa por dichos racistas en sus redes sociales. Con esos antecedentes ya se había ganado un lugar en la larga lista de ‘bad boys’ del fútbol de Inglaterra.

Archivo | Agence France-Presse
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Cansados de la indisciplina y del estancamiento en la progresión futbolística del jugador, los directivos del Newcastle lo prestaron seguidamente a equipos de segunda categoría, primero al Barnsley y luego al Sheffield Wednesday, anhelando un renacer que nunca llegó. En 2013, ya resignados, lo traspasaron al Swindon Town. Después de una temporada se marchó al Blackpool y actualmente es parte del Southend United.

El cambio de aires no cambió su actitud. El 2013 fue detenido por una presunta violación en un hotel de Newcastle. Luego fue absuelto de todos los cargos.

Alan Shearer o Michael Owen han intentado ayudarme, pero lo que me decían me entraba por un oído y me salía por el otro”, confesó Ranger hace un tiempo en entrevista con The Sun. “Estuve en la oscuridad, pero he cambiado”, aseguraba.

Sin embargo, nuevos altercados salieron a la luz. Su última falta la protagonizó estando en las filas del Southend. En el último diciembre fue procesado por lavado de dinero y un fraude online en el que una mujer perdió más de 2 mil libras esterlinas. El delantero ya admitió su culpabilidad y espera por su sentencia alejado de las canchas. Ranger torció su carrera muy pronto.