¡Qué tremendo chascarro! El arquero del equipo filial del Gaziantep BB se despachó flor de condoro al atajar un importante penal en el último partido de la liga en Turquía.

Resulta que tras tapar el lanzamiento, uno de sus compañeros corrió a abrazarlo. En ese momento el meta tenía el esférico en sus manos.

Pero cuando comenzaron las felicitaciones vino lo peor. En un acto trágico y ridículo el escurridizo balón se escapó de las manos del meta y fue a parar ¡dentro del arco!

El equipo rival no podía creer el bochorno del portero y celebraron con todo. Para la otra manda la pelotita fuera del campo de juego.