La decimoquinta fecha para Leicester no fue igual. El vigente campeón de la Premier League no pudo contar con su ‘estrella’ Jamie Vardy para el partido ante Everton -que perdieron 0-2 -, tras ser suspendido ante Stoke City.
El atacante vio la roja a los 28 minutos en la visita al bet365 Stadium luego de una inapropiada entrada sobre el senegalés Mame Diouf en el compromiso antes mencionado, por lo que el juez Craig Pawson no dudó en enviarle a las duchas.
La baja motivó a los ‘Foxes’ a realizar una apelación que no fue considerada por la Comisión Reguladora Independiente, quien indicó que el jugador “cumplirá una suspensión de tres partidos con efecto inmediato después de que su recurso fuera rechazado“.
En el club inglés no gustó mucho la negativa de la FA, por lo que decidieron manifestar su disconformidad ubicando 30 mil máscaras en las butacas del King Power Stadium para reclamar por lo que a su juicio, fue un drástico castigo.
Esta es la patada por la que expulsaron al atacante
