Cuando llegó en enero de 2013 por expresa petición del en ese entonces entrenador de O’Higgins Eduardo Berizzo, más de algún hincha manifestó sus dudas, considerando sus irregulares rendimientos anteriores. Pero a punta de goles y esfuerzo, el delantero Pablo Calandria se ganó a los fanáticos celestes, quienes ya lo sitúan como uno de los referentes históricos del club.

Como una muestra de la admiración que le profesan, ayer se hizo el lanzamiento oficial del ‘Cracklandria’, un sandwich elaborado por el ya conocido conocido restaurant rancagüino ‘El Bajón’, ubicado en la calle Zañartu del centro de Rancagua y que ya había rendido un homenaje similar al antes mencionado ‘Toto’ Berizzo.

Fue el propio delantero de 34 años quien estuvo encargado de dar el primer mordisco oficial al sandwich, bajo los aplausos de compañeros como Gastón Lezcano, un jugador histórico del club como Joel Molina y varios simpatizantes, incluida Mónica Sáez, emblemática hincha y exfuncionaria de la institución.

¿Los ingredientes? Carne, tocino, queso, huevo revuelto y mayonesa. Una mezcla contundente que fue elegida por el propio Calandria, quien confesó que “la verdura no me gusta”.

Sobre el significado del homenaje, el artillero celeste fue claro al señalar que “como siempre digo, me parece demasiado, pero el fútbol da para estas cosas y muy estoy agradecido (…) Sé que Rancagua siempre me ha tenido un cariño especial“.