Un puñado de amigos en Noruega crearon un insólito juego. Se les ocurrió idear un partido de fútbol con una particularidad: todos los jugadores deben entrar borrachos al campo de juego.

Así nació el “Drunk Football”, una nueva ‘modalidad’ de fútbol que se ha viralizado rápidamente a través de las redes sociales.

Una hora antes del partido todos debían embriagarse. Pero eso no es todo, pues cada jugador tenía que promediar 1.0 gramos de alcohol por litro de sangre.

El resultado está a la vista. Patadas, diversión y goles. ¡Hasta vómitos de los jugadores!

Eso si, si uno convierte un gol, debe ser sometido a un test de alcoholemia para comprobar que, efectivamente, cumplen con el límite de alcohol establecido.