Cristiano Ronaldo quiso imitar a la leyenda viviente Ronaldinho, en medio del duelo entre el Legia de Varsovia y el Real Madrid por Champions, pero el resultado no fue el esperado.

Resulta que en una jugada de peligro el portugués fue interceptado por dos defensas del conjunto polaco, y fue ahí cuando decidió despacharse el recurso tan utilizado por el brasileño.

CR7 levantó la cabeza y miró a su compañero Gareth Bale que se encontraba a unos metros. Acto seguido, lanzó un pase mirando hacia el otro lado pero el balón fue a dar a una esquina del campo de juego.

Bale solo miró a su compañero y agachó la cabeza. ¿Quería dársela al hombre invisible?