El portero del Manchester City, Claudio Bravo, volvió a demostrar toda su calidad en el duelo entre Tottenham y su escuadra por una nueva jornada de la Premier League.

Cuando los ‘ciudadanos’ caían por 2-0 Fernandinho cometió a los 63′ una falta en el área y el árbitro decidió cobrar penal a favor del conjunto local.

El argentino Erik Lamela fue el encargado de sentenciar desde los 12 el 3-0, pero el capitán de La Roja le dijo que no.

Bravo adivinó el disparo del trasandino y voló hacia su izquierda, callando el grito de gol del volante ofensivo.