Todo parece indicar que el futuro de Claudio Bravo estará lejos del Barcelona, luego que apareciera el interés concreto del Manchester City por contar con sus servicios.

Por aquello, el duelo que disputó con Sevilla por la vuelta de la final de la Supercopa de España tomó mucho simbolismo, ya que pudo haber sido la última gran cita donde el chileno defendió el arco de los catalanes y lo hizo con gran acierto.

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Lo anterior, ya que Bravo protagonizó algunas acciones destacadas que evitaron algún tanto de Sevilla. En el inicio del duelo, sacó un remate bajo de Ben Yadder que pudo ser la apertura de la cuenta.

Pero la más llamativa llegó a los 32 minutos, cuando detuvo un tiro penal de Iborra, sancionado tras mano de Umtiti. Sin dudas, una buena manera de despedirse si se concreta la partida al City.