No es una exageración decir que todos y los más destacados dramaturgos y directores nacionales e internacionales, han llegado a la sala Antonio Varas como grandes responsables de obras y montajes memorables en los 75 años de la fundación del Teatro Experimental, hoy Teatro Nacional Chileno.

Obras como “La muerte de un vendedor”, del estadounidense Arthur Miller, al iniciarse la década 50, provocaron un gran impacto a nivel mundial al mostrar un teatro que, junto con penetrar en el mundo interior del personaje, denunciaba la concepción desechable del ser humano en la sociedad mercantilizada que se incubaba a mediados del siglo pasado. A eso se agregaba la sabia dirección de Agustín Siré, para algunos un actor incomparable de la escena chilena.

En este mismo período se estrenaron “Ánimas de día claro”, de Alejandro Sieveking, dirigida por Víctor Jara; “Fuenteovejuna”, de Lope de Vega, con dirección de Pedro Orthous, y “Mama Rosa”, nuevamente con Siré en la dirección para esta obra de Fernando Debesa.

“Romeo y Julieta”, de Shakespeare, con traducción de Pablo Neruda, brilló en 1964 en una década extraordinaria, con la dirección de Eugenio Guzmán, mientras que Siré nuevamente incursionó como actor y director en “Quién le tiene miedo al lobo”, de Edward Albee. En tanto, el chileno Alejandro Sieveking estrenaba al año siguiente el gran clásico del teatro chileno, “La remolienda”, que dirigió su gran amigo y dupla artística, Víctor Jara; y el estadounidense Wiliam Irvin Oliver se hacía cargo del montaje que renovó la escena teatral, en 1966, al dirigir “Marat-Sade”, de Peter Weiss.

En 1970, antes de llegar a la oscuridad post 73, subió al escenario “El señor Puntila y su criado Matti”, de Bertolt Brecht, dirigida por Jannes Fisher, mientras que en 1985 lo hizo “El enfermo imaginario”, de Moliere, dirigida por Juan Pablo Donoso

Ya en pleno regreso a la normalidad democrática numerosos y destacados montajes volvieron a la cartelera, como “Roberto Zucco”, del francés Bernard Marié Koltes, dirección de Alejandra Gutiérrez; “Galileo. el mensajero de las estrellas”, de Barrie Stavis, dirección de Raúl Osorio; “Río abajo”, escrita y dirigida por Ramón Griffero; “La pequeña historia de Chile”, de Marco Antonio de la Parra, dirección de Raúl Osorio; “Jugar con fuego”, de August Strimberg, dirección de Steffan Valdemar; “Hechos consumados”, de Juan Radrigán, dirección de Alfredo Castro.

El siglo XXI permitió conocer la versión de “Chañarcillo”, de Antonio Acevedo Hernández, dirigida por el gran Andrés Pérez; “El coordinador”, de Benjamín Galemiri, dirección de Rodrigo Pérez; “La mala clase”, de Luis Barrales, dirección de Aliocha de la Sotta; y “El rucio de los cuchillos”, de Luis Rivano, con la dirección de Rodrigo Achondo, entre otros montajes.

A continuación, disfruta con la galería fotográfica que sintetiza siete décadas y un lustro de genuino teatro universitario.

Galería de fotos | TNCH

GALERÍA DE IMÁGENES | Haz clic para ampliar