Algo así como intentar respirar por cuenta propia sugiere el título de esta obra del británico Duncan Macmillan, que dirige Álvaro Viguera (“Sunset Limited”), al frente de la compañía The Cow Company.

Es decir, desarrollar una cierta capacidad aeróbica en todos los rincones del cuerpo humano para que ayuden a los pulmones a tener la opción de absorber sólo lo que da vida.

En realidad, es una alegoría que tiene sentido para una pareja joven que quiere descubrir, sin dejar de ser buenas personas, si su amor sobrevive a las dificultades de la vida real:

Inestabilidad política, contaminación ambiental, tener o no aptitudes para ser padres o preocuparse del entorno personal y familiar en desmedro de lo colectivo.

Incluso, analizan y cuestionan las fortalezas y/o debilidades que cada uno de ellos dispone frente a una alternativa insondable que todo el mundo enfrentará en algún momento: la muerte.

Hay que imaginar como puede ser esa convivencia si la ansiedad y también la angustia existencial acuden como protagonistas.

Una opción del dramaturgo que enfatiza en la mujer dotándola de rasgos más o menos típicos desde la mirada masculina: honestidad a ultranza, inseguridad y sentido de culpa.

Así como en la joven sentimientos y emociones se manifiestan desde la piel y alto grado de urgencia, en el joven la respuesta será más racional, por lo tanto, menos apta para adecuarse a los reiterados cambios que se producen.

Serán situaciones que favorecerán el diálogo a toda velocidad y un recorrido circular por una variedad de temas acuciantes de la vida cotidiana contemporánea, siempre amenazada por fuerzas externas que no pueden controlarse.

Relaciones básicas

“Pulmones” llega a Chile con la garantía de ser buen teatro comercial, es decir, que ha tenido gran éxito en el circuito mundial y adaptaciones en más de quince países.

En el concepto amplio de crisis ambiental generalizada que sugiere la propuesta de Duncan Macmillan no se refiere sólo al peligroso material particulado existente en el aire que se respira.

Más bien subraya que todo lo que afecta al planeta tiene su origen en las personas y que también forman parte del medioambiente que se contamina de manera acelerada, la vida y las relaciones básicas de sus habitantes.

Este enfoque se subraya en la puesta en escena de Viguera que circunscribe el relato en la conflictiva e intensa relación de pareja de los protagonistas.

Empujan esta percepción de crisis permanente e incomodidad la idea de instalar el trabajo actoral de Francisca Lewin y Francisco Ossa en una estrecha tarima, tal vez de dos por dos metros, con bordes y aristas, al tiempo que se contrastan tipos humanos-actorales, síntesis expresiva en los movimientos y gran locuacidad.

Allí se sugieren los espacios cotidianos y el paso del tiempo cronológico, afectivo y reflexivo de ambos personajes, en una comedia entretenida con las rutinas agradables y desagradables de la vida en común.

Mori Bellavista. Constitución 183. Jueves 21.00; viernes y sábado, 22.00 horas. Jueves y viernes $ 10.000; sábado $ 12.000. Hasta el 30 de Julio.