Fue recurrente entre el público rockero local de los ochenta y noventa una inentendible e indefendible tradición: escupir a mansalva a las bandas extranjeras que se presentaban en vivo.

Pasó con Mike Patton, que ante los hechos optó por sumarse y festinar; con Deftones incluso en 2001; pero hubo algunos que no estuvieron dispuestos a avalar el asco y la “tradición chilena”.

Entre ellos, quizás el disidente más célebre fue Axl Rose cuando vino con Guns N’ Roses en 1992 por primera vez a Chile. Ocurrió cuando interpretaban Civil War y Axl buscaba un coro entre los asistentes. Pero fue otra cosa lo que encontró.

Los escupitajos se sucedieron y Axl, furioso, amenazó con parar el show y retirarse a los vestuarios. El músico buscó explicaciones en una traductora que subió a socorrerlo, con la intención de comunicarlo mejor con el público.

Pero eso no fue lo único que ocurrió esa noche. Tras una avalancha humana una joven falleció durante la jornada, que fue muy criticada por la prensa de aquellos años

¿Se repetirá la escena en su próxima visita al país? Acá un video del Axl Rose furioso: