La inteligencia artificial sigue avanzando: el programa Deepstack ha vencido en el póker a todos los jugadores profesionales que ha enfrentado recientemente.

En una de las variantes más complejas del juego, la “No Limit Hold’em”, Deepstack venció a una treintena de jugadores profesionales procedentes de 17 países durante un torneo disputado en diciembre, 11 de ellos inscritos en la Federación Internacional de Póker, explicaron los creadores del programa en un artículo en la revista estadounidense Science aparecido el jueves.

“El póker es un gran desafío para la inteligencia artificial porque es la quintaesencia del juego con reglas imperfectas, en el que los jugadores no disponen todos de la misma información ni comparten la misma perspectiva”, sostiene Michael Bowling, profesor de la facultad de ciencias de la Universidad de Alberta, principal autor de este avance.

Los investigadores pidieron a cada jugador jugar 3.000 manos en las partidas durante una maratón de cuatro semanas.

DeepStack completa las lagunas de diferentes programas ya utilizados para juegos como las damas, el ajedrez y el go, cuyas reglas son completamente racionales, agregando la intuición y la capacidad de reajustar su estrategia con cada nueva decisión en el juego.

Desarrollar formas de resolución de juegos con información imperfecta tendrá aplicaciones que van más allá del póker, dijo Michael Bowling, citando como ejemplos el campo médico para determinar el mejor tratamiento, la estrategia militar y las negociaciones comerciales o diplomáticas.

El equipo del profesor Bowling había ya desarrollado en 2008 el software Polaris, que había tenido cierto éxito en el póker, mejorándolo luego para enfrentar la versión del juego “No Limit Hold’em” con el software Cefeo en 2015 y finalmente el más sofisticado Deepstack.

Un equipo rival de informáticos de la Universidad Carnegie Mellon probó con éxito recientemente otro programa, Libratus, contra cuatro de los mejores jugadores de póker del mundo durante un torneo de veinte días en febrero en Filadelfia.

“La capacidad de la inteligencia artificial para razonar en términos de estrategia con información imperfecta supera ahora a la de los mejores humanos”, comentó entonces Tuomas Sandholm, profesor de informática de la Universidad Carnegie Mellon.