Bajo la perspectiva de “aprender haciendo”, alumnos de distintas especialidades del Liceo Manuel Bulnes de la comuna homónima, se han unido en la generación de biodiesel y la construcción de vehículos a motor con material reciclado.

Se trata de un proyecto visionario nacido en 2012 y que los llevó a la creación de su propia empresa, a la que llamaron Ecoñuble.

Gracias al genio e inventiva del profesor Luis Sandoval, los estudiantes de tercero y cuarto medio han aprendido a procesar el aceite vegetal usado, transformándolo en combustible. Asimismo, crearon una mini planta de procesamiento de biodiesel, cuyo modelo fue replicado en el territorio antártico chileno.

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“Al principio desarrollamos un vehículo con paneles solares, en 2008, que nos trajo muy buenos dividendos. Y evolucionando derivamos, como siempre cuidando la parte ecológica de nuestros proyectos, en la creación de biodiesel como una manera de que los alumnos aprendan haciendo. La idea es que los estudiantes fueran protagonistas de su propio aprendizaje y resultó”, contó Luis Sandoval, profesor a cargo del proyecto.

Aceite vegetal, soda cáustica y metanol; son los ingredientes para la preparación del combustible. Éstos se mezclan y pasan por diversos procesos que terminan generando biodiesel y glicerina, esta última, utilizada para elaborar jabones.

Inventiva a toda prueba

Sin embargo, Sandoval y sus alumnos siempre quisieron llegar más allá. Ya tenían el combustible, pero les faltaba el vehículo para utilizarlo. Fue así como gracias a la donación de empresas de Bulnes y al reciclaje de desechos metálicos, el grupo construyó un camión en modelo escala.

“Para mí ha sido una experiencia muy bonita, porque cuando llegué aquí no tenía ningún conocimiento y ya de primero a cuarto hemos tenido un logro muy grande que es construir dos vehículos que hemos podido hacer funcionar con biodiesel”, señaló Francisco Henríquez, alumno de cuarto medio.

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El segundo vehículo es un modelo de Fórmula 4, que anecdóticamente está construido con partes de instrumentos musicales, entre los que cuenta una vieja batería.

“He aprendido bastante y sobre todo lo que hacemos es muy bueno, porque contribuimos a la ayuda del Medioambiente, evitando que los desechos de aceites sean tirados al alcantarillado. También hemos generado unión entre compañeros de distintas carreras, todos trabajando por el mismo objetivo que es reciclar”, expresó Mireya Aguilera, alumna de tercero medio.

Sin duda, el gran éxito del proyecto Ecoñuble ha sido la integración de distintas especialidades que se imparten en el establecimiento bulnense. Alumnos de Construcciones metálicas, Mecánica automotriz y Administración; trabajan juntos para mover las máquinas, aportando a su propio aprendizaje y al entorno productivo local.

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“Como establecimiento nos parece maravilloso que nuestros alumnos puedan lograr algo tan importante como fabricar el biodiesel, los vehículos y conocer una serie de otras cosas que salen de las asignaturas tradicionales dentro de los colegios. Nosotros nos caracterizamos por vincular un ramo con otro y permitir que los profesores y estudiantes trabajen en conjunto. De esta forma, se da una mirada distinta de la educación, de una manera más práctica e implementando todo lo aprendido”, destacó Patricia Burdiles, directora del liceo Manuel Bulnes.

De la imaginación al mundo real, los alumnos del centro educacional bulnense aún no tocan techo y tienen como objetivo seguir inventando nuevas cosas que logren ser un verdadero aporte a su comuna y les permitan desarrollar sus carreras a futuro.