De un tiempo a esta parte, las redes sociales se han convertido en motivo de diversión y comunicación no sólo para los usuarios anónimos y las celebridades, sino también para los presidentes de la república.

El más famoso de estos exponentes es Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, que ha utilizado la red social para pelear con sus adversarios, publicar provocadores mensajes a sus detractores e incluso difundir informaciones falsas.

Pero, ¿por qué Twitter no se hace cargo de este mal uso de la red social y, en dichos casos, no bloquea las cuentas de los mandatarios que transgreden las normal de la empresa? Twitter no había querido referirse al tema, hasta ayer, día en que difundieron un comunicado con sus pareceres al respecto.

“Bloquear a un líder mundial en Twitter o eliminar sus controvertidos tuits apenas ocultaría una información importante que la gente debe poder ver y debatir”, se lee en el comunicado.

“Además, tampoco serviría para silenciar a dicho líder y, sin embargo, dificultaría la discusión necesaria en torno a sus palabras y sus actos”, se agrega en el texto.

Pero esto no se remite solamente a Trump, sino a todas las celebridades que por extensión utilizan sus redes sociales como medios de propaganda o publicidad en desmedro de sus usuarios.

Es por ello que, en el caso de los mandatarios, Twitter ha optado por reconocer “su contexto”, y por lo mismo, darle libre albedrío en el uso de sus cuentas, para difundir las informaciones referidas a la nación que representan o cualquier tipo de mensajes.