En Islandia, país ubicado en el extremo noroeste de Europa y que posee 334 mil habitantes, apenas nacen dos niños con síndrome de Down al año.

Así lo afirmó un reportaje emitido en agosto por la cadena norteamericana CBS News, el que explicó que este inusual fenómeno se debe a la introducción en 2005 de nuevas pruebas de detección.

El sistema de salud islandés ofrece una serie de exámenes y test que permiten determinar si el feto posee alguna enfermedad genética. Si así es el caso, la ley permite a la madre interrumpir el embarazo.

Desde entonces, la cifra de nacimientos con esta alteración cromosómica ha disminuido considerablemente, al punto que este trastorno genético podría desaparecer en esta nación.

Aplicando pruebas de ultrasonido y de sangre, el examen -llamado Test de combinación– determina si el feto tiene una anormalidad cromosómica.

Agusta, una niña islandesa de 7 años con síndrome de Down | CBS News
Agusta, una niña islandesa de 7 años con síndrome de Down | CBS News

Aunque estas pruebas son opcionales, cerca de un 85% de las madres islandesas se los practica. La mayoría de quienes descubren que sus hijos desarrollan este tipo de síndrome, decide abortar.

Según cifras del Ministerio de Salud de Islandia, recogidas en un artículo publicado por el periódico español El País, entre 2007 y 2012 fueron 38 mujeres a quienes se les diagnosticó que su hijo nacería con esta alteración. Todas ellas interrumpieron su embarazo. Algo similar ocurrió en los 26 casos detectados entre 2013 y 2014.

Eso sí, las fuentes oficiales indican que en el mismo periodo de tiempo 22 niños islandeses nacieron con síndrome de Down.

Cabe señalar que este modelo ha despertado variados cuestionamientos. Uno de los que reaccionó ante el documental de CBS News fue el senador republicano de Estados Unidos Ted Cruz, quien señaló: “Triste verdad. Las noticias celebrando ‘el fin del 100%’ de los niños con Síndrome de Down. Los niños con Síndrome de Down deben ser queridos, no terminados”.

Helga Olafsdottir, funcionaria del Hospital Landspitali quien trabaja ayudando a las madres, aseguró que ellos no ven el aborto “como un asesinato”.

“Lo vemos como algo a lo que debemos poner fin. Terminamos con una posible vida que podría tener una gran complicación… previniendo el sufrimiento del niño y de la familia. Y creo que es más visto como un derecho que como un asesinato. La vida no es blanca y negro, la vida es gris”, agregó.

En tanto, Kari Stefansson, fundador de la compañía especializada en genética sdeCode Genetics, sostuvo que es muy difícil que un niño nazca con síndrome de Down en Islandia.

“No creo que haya algo malo en aspirar a tener unos niños saludables, pero cuán lejos deberíamos ir en conseguir esos objetivos es una decisión muy complicada”, enfatizó.

El laboratorio del Hospital Universitario Landspitali de Islandia, uno de los lugares en donde practican el examen | CBS News
El laboratorio del Hospital Universitario Landspitali de Islandia, uno de los lugares en donde practican el examen | CBS News