Cuando escuchamos hablar del temible Tiranosaurio Rex, de inmediato nos imaginamos un imponente y aterrador dinosaurio del cual el humano habría sido incapaz de escapar.

Sin embargo, y para desilusión de muchos, un nuevo estudio podría hacernos cambiar de parecer respecto a la figura del mítico carnívoro bípedo.

Y es que si bien su potencia no ha sido cuestionada -su mordedura era diez veces superior a la de un caimán del Mississippi, una de las especies vivas dotadas de la mandíbula más potente- lo cierto es que una investigación de la Universidad de Manchester sostiene que el T-Rex no habría sido capaz de moverse a gran velocidad.

¿La razón? Su tamaño y peso le habrían impedido correr a los 75 km/h que supuestamente alcanzaba. Es más, si lo hubiese intentado, lo más probable es que el depredador habría terminado por quebrarse sus patas.

Modelo creado por los expertos | Universidad de Manchester
Modelo creado por los expertos | Universidad de Manchester

Para llegar a estas conclusiones publicadas por la revista científica Peerj, los especialistas utilizaron un sistema informático con el que idearon un nuevo modelo de simulación para estudiar la marcha y biomecánica del Tiranosaurio.

William Sellers, uno de los investigadores del equipo, explicó que cualquier intento del dinosaurio por correr probablemente lo habría llevado a cargas esqueléticas “inaceptablemente altas”.

Eso sí, cabe señalar que aunque posiblemente no era capaz de perseguir a sus presas como siempre hemos creído, de igual manera el Tiranosaurio era una especie con la que lo mejor era no toparse, ya que los mismos científicos plantean que sí podía alcanzar los 19 km/h.

Restos de un Tiranosaurio en la Academia de Ciencias de California | Dawn Pedersen (CC) Flickr
Restos de un Tiranosaurio en la Academia de Ciencias de California | Dawn Pedersen (CC) Flickr

Hace algún tiempo, un estudio planteó la posibilidad de que el Tiranosaurio Rex tenía su piel cubierta de finas plumas, parecidas al plumaje de los pollos.

Sin embargo, esta teoría fue rebatida por una investigación publicada en la revista Royal Society’s Biology Letters, la que indicó que era un dinosaurio cubierto de escamas y tenía la piel dura.

Para indagar en el asunto, un equipo internacional de expertos analizó varios restos, especialmente los que se conservan en el Museo de Ciencias Naturales de Houston, y otras osamentas de algunos primos de la familia de los Tyrannosauridae para comparar datos.

Los grandes reptiles de esta familia que tenían plumas, vivieron mucho antes que el depredador que se hizo aún más famoso por la película Jurassic Park.

“Nuestros descubrimiento de piel escamosa similar a la de los reptiles modernos en los cuerpos de una amplia variedad de especies de Tyrannosaurus (incluyendo el Tiranosaurio rex) sugiere una imagen más tradicional de estos gigantescos depredadores con una piel escamosa”, explicaron los científicos.