Si bien hasta ahora se sabía que la presión atmosférica y la temperatura de Venus son sumamente elevadas, un nuevo estudio dio a conocer interesantes detalles de su atmósfera.

Se trata de una investigación cuyos resultados fueron publicados en la revista científica Astrobiology, en el que se indica que en las capas superiores de la atmósfera del planeta podría haber abundante vida bacteriana.

Específicamente, el trabajo explica que esto se podría dar a una altura de entre 48 y 52 kilómetros, en donde las temperaturas varían entre los 0ºC y 60ºC, mientras que la presión atmosférica fluctúa entre las 0,4 y 2 atmósferas.

Aunque actualmente su superficie es inhabitable, se cree que en algún momento tuvo agua líquida y una temperatura moderada como para albergar vida.

De acuerdo a los científicos, estas condiciones se mantuvieron por cerca 2 mil millones, el tiempo suficiente para que se pudiera desarrollar algún tipo de vida.

“Venus ha tenido tiempo de sobra para permitir la evolución de vida por sí mismo”, señaló a través de un comunicado el líder del estudio, Sanjay Limaye, de la Universidad de Wisconsin-Madison.

No obstante, en algún punto estas condiciones comenzaron a cambiar de manera importante.

Comparación entre Venus y Tierra (CC) Wikimedia Commons
Comparación entre Venus y Tierra (CC) Wikimedia Commons

El sitio especializado en tecnología Gizmodo recoge que mientras que sus temperaturas aumentaron, su atmósfera se volvió cada vez más densa, provocando un efecto invernadero fulminante. Esto hizo que el agua del planeta se evaporara hacia la atmósfera, acelerando el recalentamiento.

Lo anterior provocó que su temperatura subiera hasta los 450ºC, en tanto que su presión atmosférica se volvió 92 veces superior al de la Tierra.

Los expertos aseveran que este fenómeno pudo haber acabado con todo tipo de forma de vida grande, tanto animal como vegetal, pero no así con los microorganismos. Se sabe que las bacterias pueden llegar a vivir en ambientes extremadamente hostiles.

Posteriormente se descubrieron extrañas manchas oscuras en la atmósfera del planeta, las que contienen ácido sulfúrico y otras partículas que no han podido ser identificadas. Precisamente, los investigadores sostienen que estas corresponden a ecosistemas bacterianos flotantes.

Cabe señalar que la teoría sobre la habitabilidad en Venus no es nueva. Ya en 1967 el reconocido astrónomo y científico estadounidense Carl Sagan publicó su trabajo llamado “¿Vida en las nubes de Venus?” en la revista Nature, en el que indicó que los organismos de Venus podrían vivir de acuerdo a las leyes bioquímicas de la Tierra.

Una vía para conseguir nuevos datos sobre esta teoría es enviando hacia el planeta la nave VAMP (Venus Atmospheric Maneuverable Platform), el que Northtrop Grumman diseñó para la NASA y que podría tomar muestras.

Robot VAMP
Robot VAMP