Enfrentarse cara a cara con un incendio puede ser una de las experiencias más aterradoras por las que puede atravesar un ser humano, especialmente si el siniestro ocurre nada menos que en el espacio.

Precisamente esto fue lo que le tocó vivir a Jerry Linenger, ex astronauta de la NASA que en febrero de 1997 se convirtió en uno de los seis sobrevivientes -junto con cuatro rusos y un alemán- al incendio más grave registrado en una nave espacial en órbita.

Su caso es digno de estudio respecto a cómo puede llegar a funcionar la mente humana en situaciones límite, ya que a pesar de la intensa preparación a la que se someten quienes viajan al espacio, tener que resolver un incidente de este tipo puede ser más complejo y peligroso de lo que se podría pensar.

Y es que el fuego, en ausencia de gravedad, no se extiende con la misma rapidez. Pero no sólo eso, ya que además descubrieron durante la emergencia que en estas condiciones un extintor empujaba hacia atrás a la persona que lo utilizaba, obligando a una segunda a estabilizarla.

BioBioChile tuvo la oportunidad de conversar telefónicamente con Linenger, quien es uno de los protagonistas de One Strange Rock, un programa de Nat Geo dirigido por Will Smith que muestra la historia de 8 astronautas que han tenido distintas dificultades para regresar a la Tierra.

Jerry Linenger | NASA
Jerry Linenger | NASA

“Cuando estuve en el espacio, pensé en lo afortunado que era y en la suerte que tiene la raza humana de tener el poder del cerebro para ser capaces de hacer algo como poner a una persona en el espacio. Me sentí privilegiado de mirar hacia abajo a nuestro maravilloso e increíble planeta”, comenzó señalando.

Linenger pasó casi cinco meses a bordo de la Estación Espacial Rusa Mir, en la que enfrentó numerosas situaciones de riesgo de vida, incluyendo la reiterada falla de los sistemas críticos de soporte vital; una cuasi colisión entre la estación espacial y una nave espacial de reabastecimiento entrante; y una falla en las computadoras que provocaron que la estación espacial diera vueltas de modo incontrolable en el espacio.

Sin embargo, lo más crítico ocurrió en el incendio, incidente que por poco convierte a la primera gran construcción en el espacio en chatarra.

Fueron 14 minutos de un verdadero infierno en el que seis astronautas debieron trabajar para controlar las llamas en el interior de la base espacial, con todas las complejidades que esto requirió.

“Tuvimos lo que ha sido descrito como el peor incendio en una nave espacial en órbita. Las llamas venían de un generador de oxígeno que tenía quizás un metro de longitud. Era como un soplete en intensidad. Saltaban chispas al final de esta, y ​​en realidad estaba tan caliente que estaba derritiendo metal”, comentó a BioBioChile, con una tranquilidad que asombra.

Jerry Linenger | NASA
Jerry Linenger | NASA

“Cuando lo vi, miré abajo, hacia el hall de la Estación Espacial Mir, esa sala que nos estaba protegiendo del vacío del espacio, y nos dimos cuenta de que el fuego apuntaba hacia abajo, iba a perforar la sala; descompresión rápida y asfixia rápida. Esa fue mi experiencia con la supervivencia personal”, sostuvo.

El norteamericano precisó que en aquel momento, los pensamientos que pasaron por su cabeza fueron -antes que cualquier cosa- “vamos a apagar ese fuego”.

“Es ese instinto humano básico, tu instinto animal básico si quieres, o el instinto de vida para sobrevivir”, agregó.

Sin embargo, Jerry hace una pausa para hacer otra confesión. “Mi segundo pensamiento fue que iba a volver a ver a mi hijo. Él tenía un año y medio. De hecho, mi esposa estaba embarazada en ese momento, por lo que quería ver a mi futuro hijo”, admitió.

“Pero ese fue un impulso muy fuerte, y durante el rodaje de esta serie, tuve tiempo para reflexionar sobre ello, y me di cuenta ahora de que ese instinto era probablemente incluso más fuerte que la supervivencia. El instinto de perpetuación de la especie. Para mí, era volver a la Tierra, para poder iniciar a mi hijo en su vida”, complementó.

Estación Espacial Rusa MIR (CC) Wikimedia Commons
Estación Espacial Rusa MIR (CC) Wikimedia Commons

Considerando la extrema experiencia a la que se enfrentó Jerry, fue inevitable preguntarle sobre qué tipo de miedos puede tener en la Tierra alguien que sobrevivió a un incendio en el espacio.

“No quiero sonar como alguien valiente e intrépido, pero te diré que en medio de un incendio, o en el lanzamiento de un cohete que te llevará a 17.500 millas por hora (28.160 km. por hora), o en mi vida previa, volando desde la parte trasera de un portaaviones en noches de tormenta, he aprendido que debes esconder cualquier temor que tengas”, expresó.

“Necesitas usar tu cerebro, ser metódico, lógico y trabajar a partir de estas dificultades. Es parte de sobrevivir”, agregó.

De hecho, durante aquel incendio, Jerry destaca que el resto de los cosmonautas fueron muy profesionales, ya que fueron capaces de esconder ese miedo cuando lo necesitaron, y resolvieron metódicamente un problema.

Esto suena más sencillo de lo que realmente es, especialmente si consideramos que durante la emergencia activaron el protocolo de emergencia para que tres de los astronautas escaparan hacia la Tierra en una de las dos naves Soyuz. La otra no se pudo poner en marcha debido a que el fuego se interponía entre ellos y la cápsula.

¿Cómo elegir a los 3 que se salvarían y a los 3 que tendrían que morir junto a la estación espacial?

Jerry Linenger | Nat Geo
Jerry Linenger | Nat Geo

Afortunadamente para ellos, no alcanzaron a tomar esta decisión debido a que el trabajo que realizaron, además de una cuota de suerte, evitó que el fuego se extendiera, extinguiéndose luego que el oxígeno del depósito que les servía de combustible se acabara.

“Nunca he estado realmente paralizado por el miedo. Creo que mi pulso fue probablemente de 60 en medio de ese incendio, porque me dije a mí mismo, o mantienes la calma o no vas a salir de aquí”, explicó.

“Ahora, lo interesante es que después de que se apaga el incendio, después de que tienes un momento alejado del fuego y las cosas se vuelven a calmar, permites que tus emociones mejoren, y luego, manejas esa parte. Entonces, lidias con esa pregunta en tu mente, ¿esto vale mi vida? ¿Qué es lo que estoy haciendo?”, confidenció

“En mi caso la respuesta fue sí. Estoy comprometido con lo que estoy haciendo. Es importante. Está impulsando a la humanidad hacia adelante, y por eso mi vida vale la pena. Y una vez que se toma esa decisión, no hace falta coraje para hacer lo que te has comprometido a hacer. Sólo requiere determinación”, puntualizó.

Jerry Linenger | Nat Geo
Jerry Linenger | Nat Geo

Posteriormente Jerry envía una última reflexión. “Tengo 2 mil órbitas de la Tierra. Eso es el equivalente a unos 110 viajes a la Luna, ida y vuelta. He visto al planeta, y ustedes están viviendo en un lugar muy especial de él (refiriéndose a Sudamérica). Cuídenlo, y aprecien lo afortunado que son de estar ahí”, cerró.

Al finalizar la peligrosa misión, Linenger registró 80.4 millones de kilómetros. Fue el primer norteamericano de la historia en separarse de una estación espacial en una cápsula rusa Soyuz, y el primero en realizar una caminata espacial en un traje espacial ruso. En 2008, la NASA otorgó a Linenger la Medalla por Servicio Distinguido, el más alto galardón conferido por la NASA, en honor a su coraje y servicio destacado al país.

El programa One Strange Rock, estrenado el 25 de marzo, es emitido cada domingo a las 22:00 horas a través de Nat Geo.