En marzo pasado el astronauta Scott Kelly regresó a la Tierra luego de permanecer 340 días en la Estación Espacial Internacional, entre 2015 y 2016.

Por su parte, su hermano gemelo Mark -también astronauta- continuó haciendo su vida normal en Estados Unidos, lo que ofreció una oportunidad única a la NASA de investigar los efectos en el cuerpo humano de la permanencia prolongada en un ambiente sin gravedad.

Una vez en la Tierra, los científicos comprobaron que Scott había crecido 5 centímetros -se sabía que la falta de gravedad hace que los discos espinales se expandan- aunque la verdadera intención de la investigación era la de determinar las consecuencias a largo plazo.

Scott (izquierda) y Mark Kelly (derecha) | NASA
Scott (izquierda) y Mark Kelly (derecha) | NASA

Casi un año ha pasado desde entonces, y si bien aún falta tiempo para tener los resultados definitivos, la agencia espacial ha divulgado, a través de la revista Nature, los primeros datos preliminares del estudio.

El desafío es identificar cuáles son los cambios generados por la ausencia prolongada de gravedad y cuáles son variaciones naturales, comparando el material genético de los hermanos.

Tal como recoge el sitio Business Insider, se sabe que hay alteraciones conductuales y fisiológicas en Scott, síntomas bastante similares a los que provoca el estrés.

No obstante, estas variaciones en Scott son más acentuadas, y podrían deberse al estrés provocado por el consumo de alimento liofilizado y al sueño en ausencia de gravedad.

Mark y Scott Kelly en enero de 2015 | NASA
Mark y Scott Kelly en enero de 2015 | NASA

Pero además se identificaron cambios en los telómeros, nombre con el que se conocen los extremos de los cromosomas y que están relacionados con la longevidad.

En el caso de Scott, se detectó que estas estructuras se alargaron en relación a su gemelo. Los especialistas pensaron que pasaría lo contrario, motivo por el cual están investigando qué fue lo que provocó ésto.

Además se descubrió en Scott la presencia de diferentes bacterias intestinales relacionadas con la digestión, lo que podría estar provocado por la comida liofilizada con la que se alimentaba en el espacio, mientras su hermano Mark seguía una dieta normal.

En tanto, hubo una disminución en los niveles de metilación en Scott, proceso por el cual se añaden grupos metilo al ADN. En el caso de Mark, éste índice aumentó a mitad del estudio. Ésto hace pensar a los expertos de la NASA que hay genes que son más sensibles a entornos cambiantes.

Scott y Mark Kelly | AFP
Scott y Mark Kelly | AFP

La idea es conocer mejor los efectos dañinos de los vuelos espaciales en los humanos antes de que la Nasa apruebe cualquier misión al espacio profundo, a un asteroide o a Marte, en viajes que durarían un año o más.

Los estudios incluyen tomografías computadas, resonancias magnéticas y medidas en la densidad ósea y la musculación, los vasos sanguíneos y el corazón.

Scott Kelly, de 52 años, se unió a la NASA en 1996. El astronauta tiene el récord de tiempo pasado por un estadounidense en el espacio, con cuatro viajes que suman en total 520 días.

Scott y Mark Kelly | AFP
Scott y Mark Kelly | AFP