Noticias de Palestina han provocado un horror amenazante en la opinión pública de Europa y Estados Unidos, luego que una gran marcha de civiles desarmados llegaran hasta las alambradas de púas que son la frontera con Isreal, donde fueron atacados por tropas israelíes.

En una semana de protestas las tropas israelíes asesinaron a 32 civiles palestinos desarmados que se encontraban dentro de su propio territorio en la Franja de Gaza.

Junto con las atroces noticias de Palestina las de Brasil han causado conmoción mundial por los años de condena para el expresidente Lula da Silva por especulaciones que no han sido respaldadas por ninguna prueba. Incluso el periódico The New York Times, antisocialista, llegó a denunciar que las acusaciones contra el mandatario está empujando hacia un abismo la a democracia brasileña.

Este tipo de crisis políticas se amplifican en América Latina, con arremetidas judiciales contra expresidentes, como en los casos de Brasil y Argentina.

En el resto del mundo las tensiones estratégicas siguen elevándose de tono. Son muchos los gobernantes que creen que se desembocará una tercera guerra mundial.

Las guerras de tarifas entre Estados Unidos y China puede extenderse a otros planos. Altos mandos militares del bloque estadounidense y del bloque Chino-Ruso saben muy bien que si hay guerra, no habrá ganadores. Por eso mismo se configura casi como un cuadro casi cómico de un bloque occidental jugando poker contra uno oriental que juega ajedrez.

El poker de Donald Trump sigue elevando la apuesta con un bluff, esperando que Rusia y China se asusten y se vayan, pero no se irán al plato y cuando el bluff se haga insostenible, occidente tendrá que enfrentar el fin de su esperanza de dominio mundial.

Si no están locos de remate no irán a la guerra y el planeta estará en situación de Guerra Fría, obligando a las potencias a estar en equilibrio.

¿Es mala la Guerra Fría? en el siglo XX aprovechando el equilibro de los dos gigantes, una multitud de países menores pudieron formar sus propias alianzas, como el tercer mundo y el movimiento de los no alineados. La ONU pudo funcionar con bastante independencia y logró enormes y buenos resultados.

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