Cuando se dice que algo está fuera de control, se entiende que hay mucho peligro, ya que lo que nos protege es nuestra capacidad de control sobre lo que esté ocurriendo.

Pero en la realidad de esta primera semana de 2018, ¿dónde está esa capacidad de control? ¿Quién la tiene? Hasta hace muy poco tiempo la gente confiaba en que los grandes líderes de las grandes potencias podían controlar el futuro de sus propias naciones, y llevar a las demás con ellas.

De algún modo, esa confianza en los grandes líderes se mantenía a pesar de que la historia nos mostraba que ellos invariablemente nos conducían de guerra en guerra y tragedia en tragedia, arrastrándonos en ese burrito que se llama “Esperanza”.

Pero ahora, las señales y los síntomas parecen muy distintos, y las noticias nos dice que el burrito “Esperanza” ya no quiere caminar, que el futuro no se ve sólo peligroso, sino que desagradable.

Escucha la crónica de Ruperto Concha: