Fue el viernes de la semana pasada que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, al iniciar el año lectivo les explicó a los estudiantes de su país que en estos momentos el supremo desafío de la ciencia y la tecnología es el desarrollo y el dominio de la llamada inteligencia artificial.

Por cierto, los titulares de la prensa occidental sólo destacaron la idea de que para Putin la intiligencia artificial es un arma, una tecnología de superioridad militar, omitiendo que el mensaje se centrababa precisamente en lo contrario.

De hecho, Putin enfatizó que es responsabilidad de los seres humanos, en especial de las nuevas generaciones, es empeñarse en que ese poderosísimo instrumento se mantengan bajo el control democrático de las naciones del mundo, impidiendo que alguna potencia imperialista quiera apoderarse de él.

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