El miércoles pasado fue el Día Internacional de la Mujer y, como se ha vuelto tradicional, los actos conmemorativos de la llamada revolución sexual del siglo XX, contaron con la participación también de las organizaciones que defienden la integración y los derechos igualitarios de homosexuales y de las personas transgéneros.

En Estados Unidos el nuevo gobierno republicano ha enfatizado sus posiciones opuestas a las demandas feministas y de las minoría sexuales, esgrimiendo una batería de argumentos que no logran disimular su indigencia racional y científica.

Sosteniendo los paquetes ideológicos, ya se anunció la eliminación de los aportes estatales para ayudar a la planificación familiar y, a la vez, se reforzarán los obstáculos para la realización de abortos clínicos.

Bajo la noción de que el sexo sólo se justifica como una función reproductiva, un ramillete de republicanos muy virtuosos ellos, afirman que la naturaleza desarrolló el aparato sexual sólo como instrumento de reproducción de la especie.

Escucha la crónica de Ruperto Concha.