En Estados Unidos, los capos máximos del Partido Demócrata eligieron su nueva directiva nacional mientras se recuperan de sus derrotas. Y lo hicieron de tal manera que llegó a sonar como si fuera una confesión.

Los demócratas no sólo perdieron la elección presidencial, perdieron también más de mil cargos decisivos, tanto federales como estaduales. De los 50 estados de la nación, sólo se quedaron con 16 gobernadores.

O sea, la elección de la nueva directiva central del Partido Demócrata fue designar a los salvavidas que resucitarán a la tienda con miras a las elecciones del 2020.

Escucha la crónica de Ruperto Concha.