La mala suerte de Luksic

Jugó y perdió. Hombre de mala suerte. Apostó cien millones de dólares en un banco quebrado del Opus Dei y los perdió. Como dijo él mismo, encogiéndose de hombros; a veces se gana y a veces se pierde. Es su plata y puede hacer con ella lo que quiera. ¿Es así de simple?