El próximo fuego

Un incendio se diferencia de un terremoto en su lentitud. Es inesperado como un temblor y avasallador como una inundación. Los afectados asisten impotentes y en cámara lenta a la destrucción de sus bienes, al abrazo sofocante del calor y a una ruina que no es la de las cosas rotas y aplastadas sino la de cuerpos calcinados irreconocibles. El fuego se transforma en un fantasma que asedia para siempre a las víctimas que ya nunca estarán libres de él.