Los culpables presuntos y el rostro de la inocencia

Vamos a tener que entrenarnos en el reconocimiento facial. Mirar el lenguaje corporal y en especial los arcos que se dibujan en la boca, en la frente y en los ojos. En la confusión entre lo que se dice hablando y lo que se dramatiza actuando, tal vez, en el rostro encontremos una clave para entender a la persona detrás de las malas explicaciones que entrega.

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