Este 2018 Marco Layera y su compañía La Re-Sentida están cumpliendo 10 años de vida. Diez intensos años en los que han dado vida a cuatro montajes que —literalmente— han revolucionado el mundo.
Layera estudió derecho, egresó y hasta hizo clases como ayudante, pero el teatro fue más fuerte: se inscribió en La Matriz, de Valparaíso, y con amigos que conoció allí formaron La Re-Sentida. Luego se sumarían actores de distintas escuelas.
El recorrido que han hecho por el mundo es largo de detallar. Con “Simulacro” (2008), “Tratando de hacer una obra que cambie el mundo” (2010), “La Imaginación del futuro” (2013), “La dictadura de lo cool” (2016) han ido y venido de Chile.
Santiago a Mil los trajo de vuelta con “Tratando de hacer una obra que cambie al mundo” y “La Imaginación del Futuro”.
Todas obras provocativas, iconoclastas, que cuestionan y remecen lo que se da por sagrado y con las que interpelan a las generaciones que los precedieron.
En octubre se tomarán Matucana 100 con una reposición de todas sus obras y un trabajo que abarca otros espacios de este centro.
Antes, el 30 de julio, estrenarán en el GAM su nuevo montaje: “Paisajes para no colorear”. De ello, de las reacciones que han provocado aquí y en el extranjero habló Layera en “Del Fin del Mundo” con Ana Josefa Silva, Marco Antonio de la Parra y la crítico de teatro y danza Marietta Santi.