Qué brilló en el Teatro en Chile el 2017

Los críticos de teatro y danza, Marietta Santi (@santiteatro) y Javier Ibacache (@Ibacache), estuvieron conversando con Ana Josefa Silva en “Del Fin del Mundo” sobre lo más destacable del teatro que vimos en Chile durante 2017.
Los tres pertenecientes al Círculo de Críticos de Arte de Chile —Ana Josefa como presidenta; Marietta y Javier como integrantes del comité de teatro— comenzaron por desmenuzar los premios que entregará la agrupación el lunes 8 de enero. Estos son:

Mejor obra y dirección: “Estado vegetal” dirigida por Manuela Infante; Mejor dramaturgia: Carla Zúñiga por “Prefiero que me coman los perros”; Mejor Actriz: Nona Fernández por la misma obra; Mejor Actor:
Gabriel Urzúa por “Pompeya”; Diseño: “Prefiero que me coman los perros” (Espacio e iluminación: Belén Abarza; Vestuario: Tatiana Pimentel; Diseño sonoro: Álvaro Pacheco; Diseño gráfico: Javier
Pañella).

Marietta y Javier explicaron que en la quina no se incluyó un montaje internacional para privilegiar lo realizado por los artistas chilenos, ya que el límite de galardones en cada área es de 5. En este sentido, destacaron que ciertamente contamos en nuestros escenarios con variados y valiosos montajes internacionales.
De éstos, hicieron especial mención de “Un enemigo del pueblo”, con dirección de Thomas Ostermeier, producido por el teatro Schaubühne, de Berlín, que se presentó en enero de 2017 en el marco de Stgo a Mil.

Entre los hitos, también destacaron el premio Isidora Aguirre, del Consejo de la Cultura, otorgado a Marco Antonio de la Parra. Además de las obras distinguidas por el Círculo de críticos, fueron mencionados entre los mejores de la temporada: “El Dylan”, de Bosco Cayo, con dirección de Aliocha de la Sotta; “El príncipe contrahecho”,
de Juan Radrigán, con dirección de Rodrigo Pérez (monólogo inspirado en Ricardo III, estrenado en el Festival de Teatro de Quilicura); “Fin”, de Trinidad Piriz; “Locutorio”, de Jorge Díaz, en versión de Cristián Plana; “Después de mí, el diluvio”, de Lluïsa Cunillé, y “ Todas esas cosas maravillosas”, de Duncan MacMillan, ambas dirigidas
por Alejandro Castillo.

Los críticos opinaron que este fue el año de la dramaturga Carla Zúñiga por la consolidación de la compañía La Niña Horrible y sus trabajos “Los tristísimos veranos de la princesa Diana”, dirigida por Javier Casanga, y “Paloma Ausente”, de la compañía La Patogallina  Y en un tema aparte: el hecho de que en la selección o discusión sobre
mejores obras del año no figure alguna centrada en Violeta Parra, lo que lleva a plantearse la pregunta sobre los homenajes oficiales versus los temas del teatro que conectan con los públicos.