Esta producción de la compañía Teatro Sur profundiza en la cultura chilena y aporta un punto de vista crítico renovado sobre la historia sociopolítica de Chile, instalando a sus personajes en el corazón de la Araucanía.
Aquí se habla del poder y los poderosos, durante una inofensiva y cotidiana reunión entre amigos y familiares, una comedia negra que adquiere vuelo con la autoría y dirección de Ernesto Orellana.
Inútiles, una propuesta recargada en actuación, escenografía, vestuario, universo sonoro y modismos, dibuja la arrogancia y decadencia de una familia aristocrática en el lejano y salvaje sur de Chile del siglo XVIII.
La comida la preside la matriarca del lugar (genial interpretación del trasvestido actor Tito Bustamante) y también ha sido invitado el santo obispo de la región.
Sin embargo, la tranquilidad se va perdiendo poco a poco no sólo por las pulsiones sexuales, resentimientos, temores y golpes de autoridad que se desatan.
En un giro con sentido histórico, la obra resitúa el relato en nuestros días, cuando los sirvientes y la indiada se rebelan o amenazan rebelarse.
Una puesta en escena equilibrada, en su radicalidad y solidez, que conecta pasado y presente, seria y burlona, agresiva e inteligente y que devela cómo el autoritarismo gestado en la colonia se heredó como rasgo nacional, lo mismo que la nefasta discriminación.
Otras propuestas valiosas
En 2016 hubo otros creadores chilenos y experiencias escénicas que revelan miradas y recursos innovadores tanto en la comedia como en la tragedia.
– La pichanga, de la compañía Teatro Ocaso (dramaturgia de David Gajardo, dirección de Rodrigo Aro) es una obra de teatro popular, original, graciosa y delirante, con humor, humanidad y capacidad de reflexión.
Cansados de tanta indiferencia frente a la corrupción y la no solución de los problemas básicos, un grupo de personas desafía a una pichanga al Parlamento, secuestrando a la selección de fútbol para presionar a sus integrantes.
– En Numancia, dirigida por los Hermanos Ibarra (Gopal y Visnú), 87 personas -entre ellos, 60 miembros de un elenco ciudadano, sin estudios escénicos-, narran una historia real, recogida de la época del Imperio Romano por Miguel de Cervantes.
El amplio despliegue escénico no oculta el grito de libertad y dignidad de 2 mil 500 habitantes de Numancia, quienes recurren al suicidio colectivo antes de ser esclavizados y perder la independencia, al no poder derrotar a un ejército de 60 mil hombres.
-Amor e incesto aborda Lástima que sea una puta, del inglés John Ford (1586-1640), que con la direccion de Javier Ibarra presenta la compañía Teatro del Terror: dos hermanos que viven su atípica pasión sin pensar en la sociedad hipócrita y castigadora.
En este caso, lo que aterroriza son los dogmas, golpes de autoridad y prejuicios sociales, en una puesta en escena contemporánea que aborda desde este conflictivo ángulo el tema de la diversidad en las relaciones de pareja y cómo ciertos valores predominantes estimulan mentir para sobrevivir.
