¿Qué define que algo sea Patrimonio?

Desde hace mucho tiempo el tema no es sólo de expertos, y las variables son cada vez más y más complejas. Como la realidad.

En el caso de Villa San Luis se pueden invocar muchas razones, algunas de las cuales paso a enumerar.

Detrás de Villa San Luis hay comunidades movilizadas, lo que muestra que es significativa para ellos. Esto es que hay grupos humanos para los cuales Villa San Luis es importante, al punto de movilizarse activamente.

Villa San Luis simboliza en forma material, construida, lo que fue parte de la brutal represión social que hubo durante la dictadura. Los habitantes de ese conjunto de edificios de departamentos fueron violentamente desalojados para entregar dichos departamentos a militares. Esas personas fueron trasladadas a viviendas en diversas partes de la capital e incluso fuera de ella, como Curacaví.

En este sentido, Villa San Luis representa una serie de abusos contra personas pobres e indefensas a las que el Estado de Chile les había prometido una vida mejor (con la que ellos se habían comprometido pagando sus cuotas), además de una serie de manejos turbios, como son los grandes manejos inmobiliarios detrás de los traspasos de esos terrenos desde el Ministerio de Bienes Nacionales al Ejército (principios de los 90, en Democracia) para luego venderlos a privados.

Villa San Luis representa un modelo de un Estado que planifica la ciudad, en la que había Planificación Urbana (lo que se perdió, hasta hoy, durante la dictadura). Y gracias a esa planificación es que hoy existe el Parque Arauco, del que se benefician residentes y personas que trabajan en las inmediaciones. Villa San Luis es un proyecto que se inició en el Gobierno de Eduardo Frei Montalva y se terminó de construir en el Gobierno de Salvador Allende, lo que demuestra que era una política que iba más allá de administraciones puntuales.

Este proyecto, de ambos gobiernos, también reflejaba una fuerte decisión del Estado de Chile por la integración social, por lograr ciudades más inclusivas (lo que, claramente se revirtió de manera violenta a fines de los 70, lo que continúa hasta hoy).

Pero hay un punto particularmente destacable. El cambio de énfasis introducido por el Gobierno de Allende fue el transformar parte del proyecto en un plan de radicación de pobladores que vivían en las riberas cercanas del río Mapocho.

Sólo las razones antes expuestas creo que bastan para que lo que queda de Villa San Luis quede como testimonio de esa sociedad chilena y ese Estado que ya no es.

Por otro lado, quienes critican le declaración como Monumento Nacional de la Villa San Luis, básicamente promueven un concepto “cosista”, donde lo importante es el objeto (si es o no buena arquitectura) y no necesariamente lo que representa (por algo invocan a la Villa Frei –dedicada a personas de clase media- o la Villa Portales, que es un notable conjunto elogio al modernismo europeo), o simplemente les molesta e irrita lo que en términos políticos, sociales y de concepción del Estado representa.

Villa San Luis representa un Chile que ya no es y que algunos no sólo no quieren revivir sino tampoco recordar.

Declarar y preservar lo que queda de la Villa San Luis requiere de mucha generosidad. Generosidad en aceptar y respetar la historia (la que fue), es un acto de reparación a todas esas verdaderas víctimas (los que fueron violentamente expulsados de esos departamentos a pesar de estar pagando las cuotas) y entender que se debe tener conciencia sobre el pasado para poder mirar con perspectiva el futuro.

Es cierto que los tiempos y las leyes están en contra…