A poco más de dos años de su muerte, el británico David Bowie ya posee una escultura en su nombre entre las calles de Aylesbury, Inglaterra, una de las ciudades donde forjó su carrera musical.

Su inauguración no sería novedad si no fuese por un detalle en su estructura: mediante alto parlantes, la pieza permitirá reproducir extractos de canciones de Bowie cada una hora, entre las 09:00 y las 21:00 horas, y con un juego de luces incluido.

El arribo de la escultura se ha convertido en un suceso para la capital del condado de Buckinghamshire, donde el “Duque Blanco” hizo debutar a uno de sus personajes más icónicos: Ziggy Stardust, justo a inicios de la década del setenta.

La obra del artista Andrew Sinclair fue montada en la plaza del mercado de Aylesbury, a metros del escenario donde Bowie se habría presentado por primera vez con Ziggy Stardust: la sala de conciertos Friars.

Con esto, Aylesbury toma la delantera entre las ciudades que han homenajeado al compositor inglés, pero esto podría radicalizarse si una petición ciudadana que busca reemplazar el nombre de la ciudad por “Aylesbowie” suma apoyo entre las autoridades locales.