La leyenda del country Glen Campbell, quien sucumbe al avance de la enfermedad de Alzheimer, todavía tiene fuerzas en su voz para poder decir adiós a sus fans al presentar el que será seguramente el último álbum de su carrera.

Siempre presente en las listas de rankings musicales de su pa (Estados Unidos) desde la década del 60, Campbell lanzó con 81 años de edad este disco bautizado “Adiós”, con el que marca su retiro.

Con el desvanecimiento progresivo de su memoria, Campbell se volvió hacia la música para reavivar el valor de una vida de recuerdos en canciones como “Arkansas Farmboy”, que evoca su juventud miserable como uno de los 12 hijos de un aparcero que explotaba un predio agrícola en ese estado sureño.

Sin embargo, Campbell no es ni melodramático ni melancólico en “Adiós”, sino que se lanza a una agridulce fiesta de despedida.

Al igual que muchos de sus éxitos, las 12 canciones de “Adiós” -principalmente covers- se sitúan en los límites del country, incorporando libremente arreglos de soft rock.

La pista del título, tema de Jimmy Webb, su antiguo colaborador, Campbell se despide, no con melancolía sino con objetiva tristeza al recordar la puesta de sol en la costa de California.

Campbell, con éxitos en los ránkings de Estados Unidos y Gran Bretaña con hits como “Rhinestone Cowboy” y “Wichita Lineman,” grabó su último álbum como una especie de testamento a medida que el Alzheimer avanza.

Entró al estudio en Nashville en 2012 tras completar una complicada gira final que fue documentada en la película “Glen Campbell: I’ll Be Me.”

El filme, que generó la canción ganadora del Grammy “I’m Not Gonna Miss You,” lo muestra con fluidez instintiva en la guitarra aunque todavía luchando por recordar las letras. En el momento de su último concierto en Napa, California, apenas podía comandar su banda en el show.

La familia de Campbell decidió lanzar el álbum final en momentos en que el cantante entra en las últimas etapas del Alzheimer, más comúnmente sufrida por adultos mayores, que van perdiendo gradualmente la memoria y las funciones corporales.

Kim Campbell, cuarta esposa del cantante y quien se ha convertido en una defensora de quienes cuidan a pacientes con Alzheimer, dijo en marzo al diario The Tennessean que el artista perdió la mayor parte de su capacidad de hablar y entender el lenguaje.