“Miren lo que Chuck hizo con su música. Veo caras blancas en el público. Antes de Chuck, eso jamás había pasado. Él derribó esas barreras, hizo que las mentes y corazones de la gente se abrieran a la idea de que somos uno“. Aquellas, fueron algunas de las palabras del emotivo discurso que Gene Simmons, fundador de Kiss, pronunció en el funeral de Chuck Berry el fin de semana pasado.
A pesar que el funeral fue televisado para Estados Unidos y el mundo, la familia insistió en seguir cierto protocolo en el último adiós del músico fallecido el 18 de marzo pasado a los 91 años. Por lo mismo, estaba dispuesto un riguroso programa organizativo, con discursos y pasos a seguir, un sistema completo que quedó obsoleto cuando Simmons apareció en escena y los presentes pidieron alguna espontánea reflexión suya frente al micrófono.
Ante la presión del público, el bajista de Kiss se animó a una elegía improvisada, donde dejó fluir sus sentimientos hacia quien reconoció como “una influencia fundamental“, para luego afirmar: “No estaría donde estoy de no ser por él. Y tampoco estarían los Beatles ni los Rolling Stones“.
En el discurso, Simmons habló de sus inicios como músico, pero también de su niñez y el impacto que provocó en él Chuck Berry, ya en la década del sesenta un referente obligado del rock and roll: “(Chuck Berry) cambió más vidas de niñitos blancos haciéndolos moverse de esa manera (que Martin Luther King)“.
Uno de los momentos más emotivos ocurrió casi al final, cuando ya imposibilitado de contener sus emociones, Simmons contó: “Da una vuelta a Beethoven y cuéntale a Tchaikovsky la noticia. Dobla tus rodillas y agacha la cabeza. El gran Chuck Berry ha pasado a mejor vida“. Justo allí, el público estalló en aplausos.
Revisa la elegía del bajista de Kiss, aquí:
Y a continuación, el registro fotográfico del paso de Gene Simmons por el funeral:
