Uno de los misterios de la música popular radica en su capacidad irracional de movernos por las más contradictorias emociones. Si alguna vez una canción pudo llevarte a la felicidad instantánea, otra perfectamente puede hundirte en tus rincones más pesimistas, para luego volver a animarte, y así sucesivamente.

La revista NME, semanario británico clave para entender la música popular inglesa, fue en busca de esas canciones que nos deprimen ipso facto: las que pueden hacernos perder la fe en cualquier momento. Para ello, elaboraron un ranking de diez canciones que definieron como “las canciones más depresivas de la historia”.

La lista es diversa, aunque no deja de lado la tradición británica. Y si bien tiene predilección por  los sonidos y estilos evidentemente oscuros, tampoco se trata de una sucesión de canciones dark. En términos generacionales, tampoco se encasilla y busca un público mayor.

A continuación, un repaso por estas 10 canciones, según NME, las más depresivas de la historia.

10) La décima plaza la ocupa Daddy’s Gone del grupo escosés Glasvegas. La canción fue escrita y compuesta por el guitarrista y vocalista, James Allan, data de 2007 y su carácter netamente pesimista le valió una reversión en 2008.


9) Aquí irrumpe una canción de  vocación discotequera, Dancing On My Own de Robyn, una que perfectamente podría animar una fiesta a pesar de esconder una letra triste que dice en su coro: Estoy en la esquina / viendo cómo la besas /Estoy aquí mismo/ ¿Porque no puedes verme?/ Oh!  Te estoy dando todo, pero yo no soy la chica a la que te llevas a casa/ Seguiré bailando sola/ (Seguiré bailando sola).

8) La siguiente es una creación del imaginario góspel, hermanada al R&B y el sonido negro. Pertenece al grupo de rap Bone Thugs-N-Harmony y se titula Tha Crossroads. Data de 1995 y, traducida como La encrucijada, en una de sus estrofas reza: Ahora dime qué vas a hacer/ Cuando no hay donde correr (Dime qué) / (Cuando el juicio viene por ti, cuando el juicio viene por ti) / Y qué vas a hacer/ Cuando no hay dónde esconderse (Dime qué)/ Cuando el juicio viene por ti (Porque él va a venir por ti).

7) Aquí un clásico: Peter Gabriel con Mercy Street. Es una canción melosa y larga (6 minutos 24 segundos), progresiva en su estructura, que va envolviendo al radioescucha en una caminar que empuja la voz de Gabriel. Data de 1986. NME la define como un tema de “bella factura, con la sensibilidad tradicional de Gabriel“.

6) Un rap triste. Pertenece a Frank Ocean y se titula Swim Good. Fue lanzado en 2011 y pertenece al álbum Nostalgia, Ultra. Aquí, el rapero narra el trayecto de un suicida, que va directo con su automóvil en dirección al mar. Ha sido definida como una “asombrosa canción sobre el suicidio”.

5) De estas cinco primeras canciones, quizás esta es la que tiene mayor notoriedad. The River, de Bruce Springsteen, es el tema que le dio nombre al quinto álbum de estudio del estadounidense en 1980. Para escribirla, el autor se basó en la experiencia de su hermana y su esposo. Así, la trama narra la historia de una pareja golpeada por la vida, que busca continuar unida a pesar de la vicisitudes económicas y sociales.

4) Se trata de un embrión del catálogo de Lou Reed: The Kids, un tema desolador que cuenta la historia de una madre que ve cómo pierde de su lado a una hija. La canción, en vivo, solía ser interpretada por Reed en la soledad de su guitarra, recalcando su carácter lúgubre y triste.

3) Teniendo mucho por donde deprimirse, el semanario británico optó por incluir a The Smiths con This Night Has Opened My Eye, canción que puede escucharse en Hatful of Hollow  de 1884. “Esta noche me ha abierto los ojos /Y nunca voy a dormir de nuevo“, reza una de sus estrofas.

2) Sin duda un himno del pop británico. Love Will Tear Us Apar, acaso una de las más famosas composiciones de Joy Division, desde un comienzo se presentó en si como un tópico depresivo. La interpretación frenética y compulsiva de Ian Curtis, sin dudas, suma al matiz de la banda que, por su parte, hizo escuela en el imaginario depresivo.

1) Original de Nine Inch Nails, este cover es uno de los más citados al momento de enumerar grandes reversiones. En un momento en que Johnny Cash miraba hacia atrás en su carrera, optó por publicar un disco con covers dis{imiles de todos los tiempos. Ahí  incluyó Hurt, la oscura creación de Trent Reznor, ahora producida por Rick Rubin y con un clip dirigido por Mark Romanek.