Música para dos es un notable relato hecho de recuerdos de vivencias y conversaciones, de saberes y convicciones teniendo como centro la figura de Armando Palacios, que de niño prodigio y pianista de prestigio internacional terminara pobre y olvidado.

Óscar Vega va hilvanando un relato en el que se entremezclan personajes muy conocidos a nivel nacional, como Claudio Arrau, Alfonso Alcalde o Santos Chávez, con otros importantes a nivel de Concepción como el Huaso Puentes, junto a locales como el desaparecido restaurante Los copihues o el Nuria, referentes para los penquistas. Vega, en forma llana y amable, coloquial, nos muestra un mundo que ha quedado en el pasado, casi en el olvido. Un mundo formado de precariedades y sueños, una bohemia donde la conversación liviana como la elevada y culta se acompañaba de alcohol.

El hilo es Armando Palacios y grandes compositores e intérpretes de música clásica, desfilando gran número de virtuosos chilenos olvidados que, en su mayoría, completaron su formación en Berlín antes de la Segunda Guerra Mundial.

Música para dos nos lleva a un Concepción (esa “Ciudad brumosa” de Belmar), a un Chillán provinciano (que se esfuerza para recibir de forma digna a Claudio Arrau en el apogeo de su carrera) o a un Santiago de los 60 marcado por las tensiones políticas. Todo ello a través de la voz y los ojos del protagonista, un periodista comprometido con su trabajo, la cultura y la política, y con los amigos.

El texto de Oscar Vega tiene la melancolía de quien vivió intensamente con personajes notables, entrañables, que, en su mayoría, han sido relegados al olvido a pesar de sus aportes, de sus apasionadas luchas en un país con corta memoria y casi nulo respeto por quienes lo han construido, donde finalmente el individualismo pone el acento en lo inmediato, en el ahora. Donde se posterga o se borra lo importante, lo trascendente, la memoria, dejando en el olvido a tantas personas que lucharon por crear y aportar para una mejor sociedad.

Música para dos es un libro especial para los amantes de la música, del piano, como para los habitantes de Concepción y Chillán, y de sus alrededores. Para aquellos espíritus sensibles que se quieran asombrar con este relato sobre una amistad larga y profunda, con sus altos y sus bajos, con facetas generosas como con esas deudas que se pueden perdonar y las que siguen penando.

Un gran libro.

Música para dos

Oscar Vega
Lom ediciones
Santiago de Chile, 2012