El libro de Juan Carlos Cheyre, dueño del famoso restaurante “Les Assasssins”, entrega en su segunda obra “una historia donde el noventa por ciento fue verdad” (pp 9). Una historia increíble, cautivante, sorprendente y… real.

El libro, breve (86 páginas), tiene una larga “introducción” (hasta la página 36) sobre el autor, sus inicios, la situación política del país (los 70), para dar el contexto de la historia. Una historia, como dice el título, de un gran y perfecto robo.

La historia es notable, increíble, como lo es el rol de “testigo” único y privilegiado del autor. Una historia, como dice Juan Carlos Cheyre, que daría para una gran película, y que pudo dar para un gran libro, un libro con mayúsculas.

Pero, como dice Cheyre, en él “no hubo intervención de ninguna persona letrada, ni nada que se le parezca”. Y eso se nota. Una buena historia, como un buen chiste, no basta por sí sola. Necesita alguien que la cuente bien. Quien relata hace la mitad o más en el resultado final.

Yo me robé Chuquicamata es un libro que se lee rápido, que relata una gran historia, pero que está escrito en forma deficiente. Es un buen libro para entretenerse. Y puede ser un gran tema para un gran libro.

Yo me robé Chuquicamata
Juan Carlos Cheyre
RIL Editores
Santiago de Chile
Marzo de 2016