Un sólido perfil innovador, efectividad en lo escénico y lo intensamente humano convergen en esta obra escrita por Luis Barrales, cuya referencia es “Tito Andrónico”, de Shakespeare, con Sebastián Jaña en la dirección y Anselmo Ugarte en la composición musical.

Los tres encabezan una obra muy cercana a lo monumental, compleja, aferrada a la historia de la humanidad, donde el poder y los abusos son carne de su carne.

Una producción cuya sonoridad musical impregna la estructura de un texto que ya trae esos genes, partitura que también se advierte en el elemento resaltante de la escenografía: una gigantesca pared de frascos, metáfora del gran edificio y, también, de la futura guerra por el agua.

En este concepto de teatro compuesto, texto, voces, música, actuación, iluminación… buscan asumir y exponer una vida propia, no decorativa, junto con reconocerse en un colectivo.

 "Matar a Rómulo"
“Matar a Rómulo” | Jorge Sánchez | GAM

No es primera vez que Barrales, Jaña y Ugarte trabajan juntos, también lo hicieron en “Topografía de las lágrimas” y “Jardín de reos”, versiones de “Las sirvientas” y “Severa vigilancia”, ambas de Jean Genet.

Pero, esta vez, es distinto: “Matar a Rómulo”, proyecto Fondart 2017, es una propuesta de largo aliento que inserta el teatro chileno en un universo más planetario.

Múltiple y revelador

Playas, salas de clases, varamiento de una ballena y muerte de un niño; un relato espeluznante con agresivas ratas de trigo, violencia extrema como aquella cuando se dramatiza una escena de “Tito Andrónico”; el derrumbe de las Torres Gemelas, un factor incidental que convierte al mundo árabe de EE.UU. y Europa en “eje del mal”, sujeto de sospecha, represión y discriminación…

Territorios diversos del mundo (Santiago, Nueva York, Germania), variados tiempos históricos (siglo V AC, hoy, años de antes y después), diversidad de culturas y razas (chilena, croata, italiana, siria), experiencias de vida…

Duros hechos reales, asociados con sonoridades y matices de instrumentos musicales que aluden al ser humano, en cuerpo y alma…

Visiones del futuro y del destino, coherencias humanas, renuncias, frustraciones y reiteración circular de episodios pasados, noticias e imágenes de bombardeos…

Y un enigmático correo con un código, cuya serie de letras y números es indescifrable, porque no está la clave…

 "Matar a Rómulo"
“Matar a Rómulo” | Jorge Sánchez | GAM

Todo esto contiene este hipertexto de amplias resonancias y fisonomía contrastante sobre una realidad que el director maneja de modo que el público se encuentre con lo elusivo e indefinible, complejo y material –y poético-, de la moderna Torre de Babel de idiomas e incomunicación.

Voces rítmicas en coros y en diálogos que estallan, infiltradas por las sonoridades espaciales de la partitura musical de Ugarte, que reordenan algunos textos, más el trabajo vertiginoso de un elenco equilibrado (María Gracia Omegna, Moisés Angulo, Felipe Zepeda, Claudio Ravanal y Nicole Sazo) son algunas opciones escénicas de esta propuesta cercana, efectiva y vital.

En este ambiente se mueve un profesor que decide utilizar su tesis sobre “Tito Andrónico”, la obra más sangrienta de Shakespeare, cuando trabaja con cuatro inmigrantes en EE.UU.

 "Matar a Rómulo"
“Matar a Rómulo” | Jorge Sánchez | GAM

Es el punto de partida –o intermedio o de término- para ingresar al mundo contemporáneo, sometido por la violencia de los imperios de hoy, cuyos “guerreros” son capaces de inmolar todo y a todos en defensa y proyección de su poder.

Un hipertexto de teatro compuesto que, además, aporta una incitación apocalíptica final: matar al Rómulo de hoy.

Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Alameda 227. Miércoles a sábado, 21.00 horas. Entrada general $ 5.000; estudiantes y tercera edad $ 3.000. Hasta el 16 de diciembre.