No es raro que un teatrista de Antofagasta haya hecho suya la inquietud que sobre la inmigración recorre la zona y exponga una mirada crítica, pero llena de cariño y solidaridad.
Un punto de vista que recoge “Frágil”, título que no alude a debilidad, sino a delicadeza, la conducta necesaria para tratar ciertos temas con especial cuidado y respeto.
La idea de fragilidad se impone apenas se enfrenta un escenario despejado y lleno de “trizaduras” (diseño de Guillermo Cortés), con el piso cubierto con un papel cuyo color y grietas dibujadas hablan de la sequedad del desierto y de una realidad indivisible.
En medio de ese territorio duro, cercano y sideral se desarrollan las cinco historias escritas y dirigidas por Ronald Cortez Tapia (“Trabajo”, “La plaza del olvido”), al frente de la compañía de la Universidad de Antofagasta.
Son relatos en fragmentos como el craquelado suelo nortino que, en su sencillez, transportan trazas de la cultura profunda de la región.
Diversidad y dinamismo
Teatro, performance, cuentacuentos, apelaciones al público y voces corales se utilizan en este montaje, el segundo título de la trilogía que la cia. de teatro de la U.de Antofagasta está realizando desde el 2016.
Variados recursos muy coherentes con las múltiples experiencias, buenas y malas, que sobre la inmigración se relatan, entregadas en escenas intercaladas, por lo que el espectador deberá estar muy atento para conectarse con cada una de las cinco historias.
Los cuadros son dinámicos y describen situaciones cotidianas de chilenos y extranjeros, el ingreso al país, conductas de solidaridad, entretención, desencuentros y abusos.
Subyace la idea de valorar y respetar el viaje constante como rasgo consustancial del ser humano: dejar algo para construir otro destino.
Hay dos escenas que sintetizan con brillantez el sentido de la obra y la mirada del director: cuando la actriz Roxana Khamg interpreta a una joven y su doble ocultamiento: su condición de mujer y el ingreso al país.
Aporta vitalidad a la escena y esa conviccion ingenua que se necesita para que las grandes ilusiones subsistan en el mundo real de los inconvenientes y las desilusiones.
Algo similar se percibe en la escena inicial: el avezado actor Raúl Rocco se transforma ante el público en un hombre de raza negra y hablar caribeño que invita al público a esta travesía por la inmigración, performance de alto nivel que entremezcla ficción y realidad.
El humor y la simpatía de su accionar transportan una invitación amable al espectador para que comparta sin prejuicios la experiencia migratoria que también protagoniza como chileno.
Tal vez a la obra le haga falta reducir su duración, sacando un par de escenas, y una melodía que identifique cada historia, en función de contener la dispersión natural que produce el uso de múltiples recursos escénicos.
Lo que no impide instalar a “Frágil” como una de las producciones bien logradas con el gran tema de la inmigración, un hierro candente en nuestro país.
Teatro Pedro de la Barra. Carlos Condell 2495. Antofagasta. Fono 55-2637078. Entrada general $ 5.000; estudiantes y tercera edad $ 2.500. Sábado 21.00, domingo 20.00 horas.
