En su debut como dramaturgo y director de este montaje, el mimo teatral Ricardo Contreras presenta una experiencia escénica y social, a la vez, cuando aborda la anorexia y la bulimia como graves trastornos existentes –hoy- entre los adolescentes.

Con el trabajo corporal como recurso preferente de actuación, la propuesta posee un texto nada de convencional, con reflexiones y pensamientos que asumen una cierta autonomía e, incluso, palabras y frases sueltas que sintetizan el mundo cotidiano familiar y escolar de las personas que sufren estas enfermedades psicoalimenticias.

Sobre un escenario despejado se desarrolla esta obra estremadamente austera de la cia. Caballo Mecánico: una tela blanca es el único elemento de utilería que utilizan las actrices Macarena Moya y María Paz Aylwin.

Derroteros y conflictos

En el trabajo de dirección se advierte una genuina preocupación y conocimiento del tema social que se aborda y, al mismo tiempo, una mirada donde lo tierno se fusiona con cierta dureza, como para dejar en claro los efectos de la anorexia y la bulimia.

De este modo, cuerpos y palabras buscan sintetizar experiencias dolorosas, sin olvidar que ambos trastornos tienen su origen en una sociedad que los fomenta a través del consumismo.

No hay personajes convencionales, predomina una imagen simbólica que alude a rasgos generales de la conducta adolescente en una edad difusa y ambigua.

"Desde mis ojos" | Cia. Caballo Mecánico
“Desde mis ojos” | Cia. Caballo Mecánico

En realidad, son seres anónimos, envueltos en situaciones difíciles y sometidos a golpes emocionales que los sobrepasan sin que el medio familiar acuda en su ayuda, a través del diálogo.

La obra tiene momentos muy bien logrados, especialmente, cuando se funden la fluidez técnica y expresiva de las acciones físicas con el sentido más íntimo de la propuesta: llegar al corazón del adolescente y del adulto.

En la escena en que las actrices utilizan la tela blanca se despliega en plenitud la capacidad de juego actoral que alude a energías positivas por sobre los problemas; lo mismo sucede cuando las dos amigas se consuelan, comprenden y ayudan.

Respecto del texto, que siempre debiera equilibrarse con la dramaturgia corporal, destaca su tono poético para referirse a las rudezas de la vida cotidiana que incluye agresiones, abandono, falta de atención y de confianza en la familia.

Reflexiones como “mis ojos café nunca dicen lo que estoy sintiendo. Por eso, nadie me pregunta lo que me pasa” y frases como “cada mañana parte igual” aluden a un punto de vista artístico y humano que traspasa la obra.

En “Desde mis ojos” hay comedia, mimo, situaciones cotidianas, música de guitarra eléctrica y piano, a veces apagada, reiterativa, sonidos secos, luces blancas y rojas; momentos de rabia, dolor por la soledad, tiernos momentos de amistad; y también se increpa a la sociedad como responsable de sugerir a personas en formación que la delgadez es un valor estético supremo.

Sala Escena Física. Whatsapp: +56 9 5672 0229. Chacabuco 732. Quinta Normal. Viernes y sábado, 21.00 horas. Precio único, $ 3.500. Hasta 3 de Junio.