La exposición “Cómo atrapar el universo en una telaraña” del artista trasandino Tomás Saraceno (Tucumán, 1973) es una experiencia inolvidable.

"Cómo atrapar el universo en una telaraña", EM (c)
“Cómo atrapar el universo en una telaraña”, EM (c)

En una gran sala, completamente negra, brillan gran cantidad de telarañas de distintos tamaños y formas, verdaderos universos de geometrías increíbles que fueron construidas por una de las poquísimas especies de araña “que muestran un alto comportamiento social y cooperativo” (Sólo unas 25 especies de las más de 41.000 conocidas tienen este tipo de comportamientos).

En esta gran sala, Saraceno (que vive y trabaja en Berlín) dispuso de una serie de cables que sirvieron de guías para que las distintas colonias de arañas Parawixias bistriata, conformadas por aproximadamente 7.000 ejemplares, trabajaran durante 6 meses para hacer, in situ, las telarañas.

"Cómo atrapar el universo en una telaraña", EM (c)
“Cómo atrapar el universo en una telaraña”, EM (c)

Durante todo ese tiempo, en penumbras, tuvieron que alimentar con “material vivo” a las arañas, al tiempo de tomar las precauciones para evitar fugas. Todo un cambio en la dinámica del museo.

“Cómo atrapar el universo en una telaraña” incluye dos espacios en el subterráneo del Museo porteño en el que se muestra, en el primero, un documental sobre el proceso de creación (con visitas a reservas naturales, trabajo con científicos e investigadores, realización de ensayos, etc) y, en el segundo, la instalación “The Cosmic Dust Spider Web Orchestra” (Orquesta Aracnocósmica). En ésta una araña teje, y los sonidos que produce son amplificados al punto de llenar la sala. Algo similar se produce con el movimiento de las partículas que los visitantes agitan al entrar (son transformadas en sonido), al tiempo de ser captadas y amplificadas por un proyector. Así, se genera una música -o sonidos, si se quiere- a partir de lo que sucede pero que difícilmente vemos (la araña tejiendo y las partículas que movemos al entrar).

El resultado es maravilloso: una exposición visualmente atractiva, de una belleza sublime, frágil y plena de tensiones. Además de lo estético, “Cómo atrapar el universo en una telaraña” es una potente invitación a reflexionar sobre diversos temas, como el paso de lo microscópico a lo macroscópico, de lo puntual a lo universal, de lo natural a lo urbano y de lo urbano a lo museal , el trabajo colaborativo y comunitario, la confluencia de ciencia y creación y un etcétera que puede ir siendo completado los los visitantes.

img_2491
“Cómo atrapar el universo en una telaraña”, EM (c)

“Cómo atrapar el universo en una telaraña” de Tomás Saraceno es un ejemplo de un trabajo serio y riguroso de muchas personas e instituciones, que invirtieron muchos recursos (dinero, tiempo, destinar una gran sala durante 6 meses sólo para que las arañas pudieran hacer su trabajo, etc) para lograr esta exposición. Una exposición que será para muchos inolvidable, una fuente de preguntas e inspiración por largo tiempo.