Nelson Garrido (Caracas,1952), primer fotógrafo en recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas de Venezuela (1991), conversa sobre la situación de su país y sobre la “Corte Malandra”, esos delincuentes elevados a santos que antes se hacían en yeso y hoy son de plástico “made in China”.
Tu eres crítico del “chavismo”. ¿En qué momento tomaste esa postura?
Fui crítico a Chávez desde un principio, y yo soy de izquierda. Soy anarquista, de una posición antipoder. Nunca creí en el militar (Chávez), si es militar es militar. Yo nunca transigí, y es tanto que en sectores progresistas de izquierda a mi me sacaron por esa “vaina” esquemática de la izquierda. Era evidente que era un proyecto populista.
Mi posición es “fuera el chavismo”, y cuando venga otro ya estaré contra de él. Con la oposición tampoco estoy de acuerdo. Si uno está en contra del fascismo, que sea de derecha o de izquierda, es fascismo. No hay presos políticos buenos y presos políticos malos, yo estoy en contra de los presos políticos.
¿Cómo se sostiene Maduro con esa crisis y la presión internacional?
Yo no entiendo cómo se sostiene Maduro. Es verdad que la oposición es horrible, bobalicona, fascistoide, que siempre le sigue el juego al chavismo y siempre juega de tal manera que los dejan en jaquemate. La posición tanto del gobierno como de la oposición es dramática.
Lo que hizo Chávez fue agarrar a todas las instituciones, entonces tú no tienes salida. Aquí tu puedes ser crítico con todo lo que está pasando, pero tienes una Contraloría que procede contra estos carabineros corruptos, hay instiuciones que con todas las críticas que les puedas hacer funcionan…
Yo, como anarquista, en Venezuela no tengo contra quién estar porque no existe nada, no hay instituciones. Yo antes estaba contra los museos, pero ahora no hay museos. Estaba contra las instituciones y ahora no hay instituciones. Todo el país está al margen, al borde. Uno es militante del borde. Todo el país está al borde. ¿Cómo se aguanta? Lo que yo no entiendo es cómo se aguanta eso.
Sigo sin explicarme cómo se mantiene a pesar de la crisis…
La crisis es un buen negocio para algunos. Hay gente de la oposición que sigue haciendo negocios con el chavismo. Por debajo deben estar los rusos, y los chinos para quienes todo es negocio, nada es ideológico. Yo trabajo con santos. Ahora que por la crisis no hay yeso, los chinos hicieron los santos tradicionales venezolanos en plástico, y tienen invadido todo el país con José Gregorio, María Leonza… todos los santos ahora son de plástico hechos en China. Es impresionante cómo huelen el mercado y lo llenan de esas cosas barrocas feísimas.
La Corte Malandra, que son santos que salen de los retenes, una suerte de Robin Hood, son santos delincuentes. Yo los uso mucho en mi trabajo. Son algo que está presente en toda Latinoamérica, en Argentina, en México… esos ahora son “made in China”. Hasta el Gaucho Gil, de Argentina, ahora es chino. Perfecto y más barato que el del tipo que lo hace en yeso.
Hay muchos exiliados venezolanos…
“Hoy en Venezuela hay más bien diáspora. En algunos casos, aquellos que están metidos en la lucha política, sí es exilio (político). Pero sabemos que mucha gente aprovechó la imagen internacional de lucha política para irse a otros países.
Lo fundamental es diáspora, sobre todo por parte de la juventud. Frente a una situación económica desastrosa, falta de comida, represión, violencia, una situación dramática del país, lo lógico es que una persona joven, graduada, profesional, que no tiene futuro en Venezuela, emigre.
Nelson Garrido inaugura hoy “LA ONG SANTIAGO + DE LO PROFANO A LO SAGRADO”, junto a Carlos Santos (Caracas,1985) y Julio Guardia (Maracay,1979).
Espacio O, Villavicencio 395, Barrio Lastarria, Santiago.
