La Semana de la Crítica, sección paralela al Festival de Cine de Cannes, que se realizará entre el 8 y 19 de mayo, ha dejado casi completamente fuera al cine Latinoaméricano, seleccionando sólo a una producción.

Se trata del cortometraje chileno Rapaz, del cineasta nacional Felipe Gálvez, quien es egresado de la Universidad del Cine (FUC, Argentina) y es conocido por el montaje de cintas como Princesita (Marialy Rivas) y Nunca vas a estar solo (Alex Anwandter).

La realización retrata con crudeza una violenta detención ciudadana, incidentes que se han vuelto máss comunes dentro de Chile en el último tiempo.

Allí, un grupo de transeúntes capturan a un ladrón callejero y lo torturan, antes de que llegue la policía. La escena, según se puede ver en las imágenes previas, recuerda a una polémica detención ciudadana que realmente ocurrió en Santiago en 2014, cuando transeúntes desnudaron a un joven que presuntamente intentaba robarle a un anciano y lo amarraron con plástico a un poste.

La pieza está registrada como si fuera grabada desde un celular y resulta ser una mordaz crítica a la sociedad chilena, invitando a reflexionar sobre la violencia y los comportamientos humanos en situaciones límite.

"Rapaz" de Felipe Gálvez
“Rapaz” de Felipe Gálvez

Respecto a la temática, el director de cine expresa que “es muy fuerte ver estas noticias y pensar que eso ocurre en la vida real. Hay algo de voyerista, al principio uno no lo puede creer, pero si comienzas a leer los comentarios que hay en los videos de internet, la mayoría son a favor. Yo me comencé a hacer preguntas. Creo que esa situación habla mucho de nuestra sociedad, de lo que está pasando en Chile. Un país en donde la gente quiere que vuelva la pena de muerte, por ejemplo”.

Asimismo, Gálvez añade que “la gente está muy enojada con lo que pasa en el Sename (Servicio Nacional de Menores), pero si encuentran a ese mismo menor de edad en la calle robando, prácticamente lo matan. Hay una violencia muy cruda y verdadera en una detención ciudadana, y quería llevar esa violencia a la pantalla, proponer una reflexión sobre lo que está pasando”.

El cineasta también relata una anécdota curiosa: cuando estaban grabando el cortometraje, había gente que no sabía que se trataba de un filme, y reaccionaron violentamente contra el actor pensando que era un ladrón de verdad.

“Fue muy adrenalínico grabar en la Plaza de Armas, estábamos a merced de cualquier eventualidad. Después de cada toma, todos los actores comentaban la escena ahí mismo, hubo mucha receptividad de la gente, que a veces no sabían que se trataba de una ficción”, cuenta.

Y añade: “por ejemplo, algunas personas intentaron golpear a Andrew, el actor que interpretaba al ladrón. De hecho los asistentes de dirección tenían que estar pendientes de calmar a la gente, de decirles que era una grabación, porque era fácil confundirse en medio del alboroto, estábamos con una cámara chica que apenas se notaba y el equipo completo estaba a unos veinte metros, lejos de la acción. Yo estaba mirando un monitor comunicado por radio. Fue muy impactante que la gente de la calle reaccionaba inmediatamente ante la detención ciudadana y quería interactuar”.

Entre el elento hay figuras como Roberto Farías (El Club, Neruda, No), Andrew Bargsted (Nunca vas a estar solo) y Ernesto Meléndez (Las plantas), y cuenta con la producción de Giancarlo Nasi, de Quijote Films, y Fernando Bascuñán de Productora Planta.